viernes, 23 de noviembre de 2012

Arturo Michelena


Valores venezolanos

Arturo Michelena

Sólo vivió 35 años, pero su precocidad y su talento lo salvaron para la posteridad.

Arturo Michelana
Arturo Michelena, es sin duda una de las glorias de la pintura venezolana. Gracias a esas dos condiciones podemos admirar hoy  su notable  obra pictórica. Nació en la señorial ciudad de Valencia 16 de julio de 1863 y murió en la entonces Caracas de los “Techos rojos” el 29 de julio de 1898. Desde  muy   joven impresionó a  sus padres y a la comunidad valenciana con su extraordinaria  habilidad  para el dibujo.
Provenía de una familia vinculada al arte, lo cual influyó de manera definitiva en su vocación por la pintura. En este sentido, su padre el pintor Juan Antonio Michelena, fue su principal preceptor durante su infancia. Asimismo, su madre Socorro Castillo, era hija de Pedro Castillo retratista y autor de los murales de la casa de José Antonio Páez en Valencia.
Las  doce  ilustraciones  que  hizo  para el  libro  "Costumbres  Venezolanas", de Francisco  de Sales Pérez, le ganaron la estimación y el apoyo  de este  famoso escritor  costumbrista.  Poco  después   Michelena  se  hace  presente  en  una  exposición de  pintura  en  Caracas. Allí  conoce  a otro   joven  artista,  Cristóbal  Rojas,  a  quien Michelena  distinguió con  una  fraternal amistad.  Cuando  en 1896  Caracas le tributa un  homenaje  avasallante  con  motivo de la exposición de  sus obras, recoge  los  ramos  de flores  que  el  público   ha  puesto  a  sus  pies  y  los  llevará a  la  tumba   de  su amigo Cristóbal  Rojas,  muerto unos años antes de este acontecimiento.
Charlotte Corday

"He  llorado  del goce que  no me cabía  en el corazón  en aquellos  instantes", le escribía  el  joven  Michelena  a su  madre,  contándole el momento en  que  recibió la Medalla  de  Oro  que  le otorgó  la Sociedad  de Artistas  Franceses  por su patético cuadro  "El  Niño enfermo. También en la capital   francesa logró un  impresionante éxito   con   su   "Pentesilea",  obra   escogida   por  el  Jurado   entre   1.700  lienzos  que habían  participado  en la Exposición.
En 1885, Arturo Michelena parte a París, gracias a una beca que le concedió el gobierno  de José Antonio Paéz, para que siguiera estudios  en la capital francesa, bajo la dirección  del profesor  Jean Paul Laurens,  pero esta ayuda le  fue suprimida  poco  tiempo después  de su otorgamiento y el artista  debe  ganarse la vida y costear el aprendizaje  con su personal esfuerzo.
El Panteón de los Héroes
El viaje la ciudad gala para inscribirse en la Academia Julia, lo hizo en compañía de Martín Tovar y Tovar. En esa institución estaban prestigiosas figuras como Emilio Boggio y Cristóbal Rojas. Gracias a las recomendaciones de Laurens, Arturo Michelena envía al salón de 1887 un lienzo impactante “El niño enfermo”, con el que gana la Medalla de Segunda Clase y el reconocimiento “Hors concours”, máxima distinción que el salón le otorgaba a un artista extranjero. Entre 1885 y 1889, su obra se caracteriza por la adopción del realismo oficial y por el ambicioso propósito de la ambientación documental y arquitectónica de los asuntos narrados, ya fueran escenas de género o episodios históricos. En este período pinta sucesivamente: Una visita electoral (1886), La caridad (1887), La joven madre y Carlota Corday (1889), obteniendo con este último cuadro la Medalla de Oro en la Exposición Universal de París (1889).
La  emoción  de  Michelena   cuando   recibió   su  primera  distinción en  París sólo  podrá  compararse  a  la que  le produjo  el masivo  agasajo que le rindió el pueblo caraqueño a su regreso a Venezuela en 1889.
Luego de una temporada de éxito social en Caracas, contrae nupcias con Lastenia Tello Mendoza y retorna a París para iniciar un nuevo período en su carrera. Durante este lapso, adquiere una mayor destreza como dibujante y resolución en el uso del color y en la captación del movimiento natural; aparecen ciertas notas impresionistas y cierta inclinación religiosa. Obras importantes de este período son: La vara rota (1892) y Pentesilea (1891).
La vara rota
Además de sus éxitos en la capital francesa, un lunar negro cubrió su salud. En La Ciudad Luz  contrajo una tuberculosis.
Por este tiempo se convierte en un retratista de moda y pintor oficial. Pero su salud, cada vez más resentida, apenas le permite dedicarle tiempo a obras ambiciosas como Miranda en la Carraca (1896), Berruecos (1895), el Descendimiento (1897) y La última cena (1898), “Diana Cazadora”, "Pentesilea", de  orden  religioso  "La   multiplicación de  los panes", quedando inconclusas algunas de éstas. En  determinados lugares de Valencia,  en algunos  sitios  de  Caracas, la Iglesia Catedral,  el Palacio de Miraflores,  el Museo  de Bellas  Artes, el  Museo   Arturo   Michelena, se puede apreciar la obra de este notable pintor venezolano.
Los restos de Arturo Michelena fueron sepultados en el Panteón Nacional el 29 de julio de 1948.


Bibliografía: José Rivas Rivas, Historia Gráfica de Venezuela; 
y publicación Venezuela Tuya.

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