Jueves de economía, con Boris Ackerman *
Más allá del emprendimiento
Dr. Boris Ackerman |
La
semana pasada se celebró la semana internacional del emprendimiento; sin duda,
nuestro país destacó por la gran cantidad y calidad de las actividades que
desarrolló y, claro está, por la forma como el tema empieza a contagiar a
grandes sectores de la población.
Hoy
deseamos hacer unas cuantas reflexiones acerca del importantísimo tema.
Queremos
cuestionarnos acerca de si se hace lo suficiente para respaldar al
emprendimiento, y consideramos que no, que falta mucho, y deseamos destacar
algunas acciones que son, de más que urgentes, imprescindibles para dar lugar a
un verdadero proceso de desarrollo y avance en el tema emprendedor.
En
primer lugar, el deber de quienes tenemos acceso a los medios de opinión en el
país es resaltar que la única forma que tiene el país de salir adelante es
formando ciudadanos pensantes, que logren valerse por sí mismos, que no
dependan de un Estado para sobrevivir o de las dádivas del gobernante de turno para
el logro de objetivos de vida como su educación o vivienda, sino que sean ellos mismos quienes se lo provean, y sin
duda, la construcción de tejidos empresariales fuertes que creen empleo y
oportunidades, que aporten valor mediante ideas, productos y servicios
innovadores, que a su vez mejoren la calidad de vida de toda la población. La
formación de ciudadanos emprendedores es claramente un eje de progreso que
puede y debe llevar al país a un futuro mejor. Es así como la educación
emprendedora debe apoyarse en todos los niveles, aunque no pertenezca a los
programas del Ministerio de Educación, los padres y las comunidades educativas,
debemos impulsar la educación emprendedora de nuestros hijos.
En
segundo lugar, está la necesidad de presionar a las instituciones del Estado
para que faciliten, en vez de dificultar, la creación y formación de nuevas
empresas. Venezuela es uno de los países en donde resulta más engorroso y
costoso el legalizar una empresa. Esa situación hace que la mayoría de los
emprendimientos queden rezagados en el sector informal y sean incapaces de
levantar vuelo, alcanzar economías de escala o competir en igualdad de
condiciones con empresas existentes. De hecho, el que sea difícil iniciar una
empresa, protege a quienes ya dominan el mercado y quieren seguir haciéndolo,
quizás en forma poco innovadora e
ineficiente por la falta de competencia.
En
tercer lugar, hay que resaltar que los medios de comunicación tienen una
responsabilidad enorme. Desde hace décadas, la figura del empresario ha sido
presentada como la del villano, desde los noticieros, hasta las telenovelas se
muestra a los empresarios como especuladores o aprovechadores. No olvidemos el
daño que le hizo la telenovela "Por estas calles" a la sociedad
venezolana. El deber de quienes tienen poder sobre los medios de comunicación
es el de presentar al empresario como creador de empleos, inventor, soñador,
etc. Si bien tenemos algunos empresarios abusadores, es precisamente por el
exceso de controles y la falta de transparencia en la gestión del Estado y las
conexiones y palancas de esos seudoempresarios tramposos. Es así como el deber
de los medios es presionar para que los controles sean cada vez menos y se
apoye la figura del emprendedor como la de quien ejerce un rol determinante en
la sociedad.
En
cuarto lugar, el mensaje hacia los sectores menos privilegiados de la sociedad,
debe ser el de trasmitirles que su futuro depende de ellos como individuos, de
su esfuerzo particular. No de que venga un gobierno a regalarles nada, y si acaso
se los llega a regalar, sus problemas de fondo nunca serán completamente
resueltos. La idea de que el azar o un golpe de suerte pueda sacarlos de abajo
y de que su vida depende de que los ayuden, debe ser erradicada. Se debe
predicar en forma constante que el futuro depende de uno mismo y de su
esfuerzo. Al final, nada se logra sin tesón y sacrificio.
En
quinto lugar, está el impulso a la formación de redes y la lucha por la
democratización de la información y del conocimiento. El país requiere de cientos
de miles de técnicos y profesionales bien capacitados e integrados a redes de
conocimiento que allanen el camino a la construcción de riqueza. La formación
debe estar mucho más orientada a la ciencia, la tecnología, que al
adoctrinamiento, que no conduce a ninguna parte. No es aceptable que no existan
profesores de matemáticas o física en los liceos y que las materias no se
impartan en su totalidad. La comunicación entre los profesionales y el que
compartan información y se integren en redes, donde en vez de repetir hasta la
saciedad modelos de negocios poco competitivos se completen para ofrecer
productos y servicios cada vez más sofisticados.
Y
en último lugar, pero no menos importante, si se quiere tener un país más
avanzado, el Estado debe confiar en sus ciudadanos y dedicarse a combatir a los
verdaderos delincuentes. Confiar en el ciudadano significa eliminar los
controles, que sólo les sirven a unos cuantos vivos que son los que hacen las
trampas y sacan provecho de las regulaciones. Confiar en el ciudadano implica
dejar de restringir las actividades lícitas y más bien fomentarlas.
Para
concluir, queremos señalar que tenemos muy en cuenta que la visión de quienes
manejan el Estado es diametralmente opuesta a los planteamientos que
realizamos. Sin embargo, es nuestro deber señalar lo correcto, lo que se debe
hacer para dar lugar a un país de emprendedores exitosos y no de personas en
necesidad o de actividades ilegales que precariamente permitan la subsistencia,
a pesar de los inmensos recursos humanos y materiales que el país posee.
La verdadera vía al progreso no
está en el Estado ni en las iniciativas comunitarias orientadas a obtener
fondos de papá gobierno, la vía al progreso está en las personas, en su
creatividad, su ingenio, su innata condición de cubrir con su esfuerzo las
necesidades de su entorno, siempre a cambio de su logro o beneficio personal. Y
eso se llama emprendimiento.
*_El doctor Ackerman,
es profesor de pre y postgrado de las Universidades "Simón Bolívar" y
Católica "Andrés Bello", máster en administración financiera
del IESA y columnista el Diario "El Mundo, Economía y Negocios".
Seguirme en Twitter: @100ciaypolitica
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