domingo, 25 de noviembre de 2012


Los mitos
Los mitos constituyen explicaciones imaginarias de ciertas cuestiones que aparecen a los hombres como inexplicables desde el ángulo de sus razonamientos. Todos los pueblos primitivos, que alcanzaron cierto grado de inquietud primaria acerca de la explicación de los fenómenos de la realidad, han tenido la tendencia a asimilar cosas, animales y fenómenos de la naturaleza, con la propia condición humana; dotándolos de los dones de la palabra, de la capacidad de reproducirse, de hacer el bien o el mal; y han poblado el universo de seres sobrenaturales, semejantes a los hombres por sus caracteres exteriores, pero superiores en sus fuerzas, dotados de las mismas virtudes y defectos pero en un grado superlativo, y con facultades mágicas.
Seguramente, la imaginación de los griegos primitivos no ha de haber sido muy diferente de aquella de otros pueblos que, en tiempos contemporáneos a ellos, o posteriores, alcanzaron ese grado de evolución intelectual que suscita las curiosidades acerca del origen y el sentido de la vida y de la muerte, del “antes” y del “después” de la vida de cada individuo; el temor por las catástrofes naturales como el rayo o el terremoto, o la ansiedad por el éxito de las cosechas. Sin embargo, por circunstancias que tienen ellas mismas su parte de misterio, los antiguos griegos, desde la época homérica que se sitúa alrededor del Siglo XII A.C.


Domingo de psiquiatría, con Ignacio Taboada *

Mitos en psiquiatría


Primer Mito: ¿Debo ir yo al Psiquíatra?
Todo el mundo necesita ir al Psiquiatra alguna vez. Esto es falso. Sólo deben ir al Psiquiatra quienes lo necesitan.

SegundoMito: Los que van al Psiquiatra son los locos y como yo no estoy loco…
Falso. Quienes asisten a la consulta psiquiátrica lo hacen pues tienen malestares emocionales. ¿Entonces, quiénes sí deben ir al psiquíatra? Aquellas personas con malestares de predominio emocional y que intentaron mejorar por su cuenta y no lo lograron. El cerebro es un órgano más del cuerpo humano, como el hígado o los riñones. Cuando alguien se enferma del hígado o de los riñones busca a un médico que le examine y haga lo necesario para mejorarlo de su malestar. Repito.
Cuando alguien se enferma del hígado o de los riñones sus allegados le recomiendan que vaya a un médico pero cuando el malestar es emocional le dicen: “Pon de tu parte, tienes que hacer un esfuerzo” y resulta que ya lo hizo y no logra nada. Como ya dijimos, el cerebro es otro órgano de cuerpo y así como hay especialistas en hígado y otros en riñones, también hay especialistas en cerebro. Los psiquiatras y los neurólogos. 
Dicho de manera general estos últimos se encargan de los Trastornos de la Estructura del Cerebro y de las alteraciones que resultan de ello en los movimientos y en la sensibilidad. Y también en la sensorialidad que tiene relación con los sentidos. Los psiquiatras se encargan de los productos del cerebro. El pensamiento, el lenguaje, las emociones los afectos y sentimientos y el juicio entre otros. De todos modos, cualquiera puede preguntar a su médico si cree que necesita ir a una consulta psiquiátrica y además seguramente podrá recomendarle alguno.

Tercer Mito: Mal de ojo
Es un término antiguo, ligado a la creencia que hay personas que tienen el poder de inducir males gracias a su manera de mirar. Con frecuencia los creyentes en el “mal de ojo” piensan que el exceso de comentarios acerca de la bondad o belleza es justamente lo que induce los males. A los niños recién nacidos se les colocan pequeñas piezas talladas de madera o piedras de color negro para protegerles del “mal de ojo”. Esas piezas con frecuencia son réplicas de manos haciendo la “guiña”, que consiste en una mano haciendo un puño pero con el pulgar asomando entre el índice y el dedo medio.
La persistencia de estas creencias se funda en que la fe es absolutamente irracional en cambio la ciencia sí es racional, y así cada quien puede creer en lo que quiere. Unos creen en Allah, otros en Yaveh, otros en Zoroastro, en Shiva y así hacia la infinitud de nombres de los dioses de la Humanidad a lo largo del tiempo.

Cuarto Mito: Posesión
Desde tiempos inmemoriales existe la creencia que espíritus malignos, demonios y similares son capaces de introducirse en un cuerpo humano y obligar a este a realizar conductas aberrantes. Durante la Edad Media esta creencia fue objeto de persecución por parte de los alguaciles del Santo oficio. Infinidad de relatos pueden ser encontrados en el Maleus Maleficarum (Martillo del Maligno) obra encargada a un par de frailes dominicos por cuenta del Papa de turno. Aún hoy la creencia persiste en ciertas sectas como la Santería de Cuba, expresada en su Bembé, el Vudú de Haití y el Candombeé de Brasil, además de la religión Católica que considera necesario el exorcismo en los casos en los cuales cree que hay una posesión demoníaca. .

Quinto Mito: Trabajo
Aquí en Venezuela es frecuentísimo escuchar a algunos pacientes achacar sus males a que “me están haciendo un trabajo”. Se refieren a que algún allegado, casi siempre buscando una venganza y con la ayuda de algún “facurto” (entendido en esos menesteres) ha realizado alguna maniobra de pretendido contenido mágico para perjudicarle. La persistencia de estas creencias se funda en que la fe es absolutamente irracional en cambio la ciencia sí es racional, y así cada quien puede creer en lo que quiere. Unos creen en Allah, otros en Yaveh, otros en Zoroastro, en Shiva y así hacia la infinitud de nombres de los dioses de la humanidad a lo largo del tiempo
*El doctor Ignacio Taboada G., es médico psiquiatra, egresado de la UCV y especializado en medicina del sueño, en  Atlanta School of Sleep Medicine and Technology”, de Estados Unidos de América; es el columnista invitado de este Blogger
Seguirme en Twitter: @100ciaypolitica

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