Tumores cerebrales no operables
ahora pueden ser abordados
Los avances tecnológicos y
terapéuticos, son piezas fundamentales en el tratamiento de este tipo de
tumores
Dr. Cristobal Belda |
La
combinación entre la resonancia intraoperatoria, la capacidad de hacer
fluorescente el tumor y poder "mapear" todos los territorios
cerebrales, hace que esos tumores que inicialmente no se podían operar, ahora
se estén interviniendo.
Durante
su ponencia titulada “Tecnología sanitaria en el abordaje de los tumores
cerebrales”, el doctor Cristóbal Belda, es especialista en Oncología Médica, y responsable
del Programa de Neurooncología de HM Hospitales, de Madrid, España, informó que
“la alta tecnología ha sido capaz de cambiar la historia de esta enfermedad”.
-Aunque
afecta a pocos pacientes, su tratamiento depende de la implicación de
neurocirujanos, oncología radioterápica, biólogos moleculares, genetistas,
rehabilitadores y fisioterapeutas. En este sentido añadió que “se necesita toda
la potencia tecnológica y química, además de sentido común, para tratar una
enfermedad cuya incidencia es de unos 4 ó 5 casos por cada 100.000 habitantes,
pero de la que no existe un registro nacional de afectados, lo que impide crear
políticas públicas de salud orientadas a dimensionar nuestro sistema sanitario
a la hora de atender a este grupo de pacientes”.
Su
ponencia fue presentada en el 6º Congreso Europeo de Pacientes, Innovación y
Tecnologías, organizado por el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social,
el responsable del Programa de Neurooncología de HM Hospitales.
El
expositor explicó a los asistentes cuál es el tratamiento estándar de la
enfermedad: “Primero les operamos, luego reciben quimioterapia y radioterapia y
después, durante un periodo mínimo de seis meses, quimioterapia de nuevo”.
El
doctor Belda insistió sobre todo en la forma en que se puede mejorar los
resultados de la cirugía utilizando las innovaciones tecnológicas, ya que la
intervención quirúrgica es clave en los tratamientos por ser el factor que
determina cuánto va a vivir un paciente y con qué calidad de vida. La mayoría
de las veces la cirugía cerebral es complicada porque el tumor se encuentra en
lugares tan sumamente ocultos que puede llegar a parecer imposible acceder a
ellos sin dañar zonas sanas del cerebro. Pero gracias a la tecnología se puede
lograr con éxito.
Para
ello se utilizan varias técnicas, como las guías fluorescentes. “Hacer que el
tumor sea fluorescente facilita al cirujano identificar lo que tiene que
resecar”, explicó. También existe la posibilidad de poner electrodos alrededor
del tumor para saber si se está manipulando un área sensible y, si esto sucede,
el neurofisiólogo avisará al cirujano para que no incida en esa zona.
Además,
se puede introducir una resonancia dentro del quirófano -como la resonancia
intraoperatoria con navegador integrado, lo que evita tener que trasladar al
paciente para comprobar si el tumor ha sido totalmente eliminado sin dañar
tejido sano antes de dar por finalizada la intervención.
Este
sistema es de gran utilidad, ya que aunque se haya triangulado la posición del
tumor antes de la operación para que el cirujano sepa dónde actuar, al abrir el
cráneo se libera la presión que el tumor ejerce sobre el cerebro y la masa
tumoral puede llegar a desplazarse hasta 8 milímetros, lo que obligaría a hacer
una nueva resonancia para confirmar su nueva ubicación y proceder así con
precisión a su extracción.
Por
tanto, la combinación entre la resonancia intraoperatoria, la capacidad de
hacer fluorescente el tumor y poder “mapear” todos los territorios cerebrales,
hace que algunos tumores que inicialmente no se podían operar, ahora se estén
interviniendo. No obstante, según el científico, “todo esto queda supeditado a
la verdadera tecnología: las manos del cirujano. Porque sin ese don especial
toda esa tecnología no sirve, mientras que de forma combinada permite mejorar
el pronóstico del paciente”.
El tratamiento después de la
operación
El
doctor Belda dijo que su hospital sigue en el camino de multiplicar la
supervivencia de los pacientes con este tipo de tumores. Una de las claves es utilizar
tecnología como las terapias biológicas para impedir que crezcan, como por
ejemplo, combinando el anticuerpo monoclonal bevacizumab con temozolomida, así
como nuevos fármacos dentro de ensayos clínicos con alto valor añadido.
“El
tumor afecta a la globalidad del tejido cerebral y está provocado por la
incorrecta programación de las células madre, que hoy día, gracias a nuestros
investigadores, se pueden purificar en muchos pacientes, guardar y analizar
para ver las alteraciones genéticas culpables de que el tumor reaparezca y que
afectan a todo el genoma”.Otra tecnología es la personalización del tratamiento
fundamentado en el conocimiento de la Genética.
Dijo
que en fase experimental están clonando los tumores en ratones para testar la
eficacia de distintos tratamientos”. “Se extrae una muestra del tumor de la
persona afectada y se hace otra idéntica que se injerta en el ratón -añadió-;
todos los experimentos terapéuticos se hacen sobre el ratón, y lo que funciona
sobre él se puede aplicar después al paciente”. “Gracias a esta técnica nos
hemos encontrado cosas inesperadas y hemos conseguido purificar células madre
para reconstruir glía, estructuras sobre las que se basa el cerebro”, concluyó.
Fuentes:
Vademecum, España y Berbés Asociados
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