Jueves de economía, con Boris Ackerman
Divisas fuertes y
monedas débiles
Cuando
se habla de fortaleza hablamos de baja inflación, estabilidad política,
consistencia en las políticas fiscales y monetarias, y respaldo en metales.
Dr. Boris Ackerman |
La pérdida de poder adquisitivo es, sin duda, un elemento
que demuestra la debilidad de la moneda que circula en Venezuela, y en nuestro
país ha sido un fenómeno extremadamente evidente, pero no es el único.
Adicionalmente podemos destacar otros factores que hacen que
nuestra moneda no sea apreciada ni valorada como una moneda fuerte, la
dificultad en convertir el bolívar en otra moneda o de movilizar sumas de
dinero desde Venezuela a otros países, es claramente otro elemento de
debilidad. El alto endeudamiento externo, no visto solamente en términos de
deuda sobre producto interno sino, por ejemplo, en intereses pagados sobre PIB
(donde me atrevería a decir que somos líderes mundiales), el déficit del sector
público que luego es cubierto con emisión monetaria sin duda alguna debilita
significativamente al bolívar.
¿Qué
consecuencia tiene que tengamos una moneda débil?
Para los ciudadanos y residentes en el país, el tener una
moneda débil nos dificulta sin duda la vida, debilita nuestro poder adquisitivo
como ciudadanos del mundo, complica nuestras posibilidades de viajar a conocer
otras sociedades o educarnos en el exterior, hace que se demore y enrede la
adquisición de bienes o servicios fuera del país, disuade a posibles
inversionistas del exterior, deteriorando las posibilidades de generación de
empleos, y de alguna forma crea temor en muchos inversionistas locales que
prefieren colocar sus excedentes fuera del país. Todos esos elementos, culpa de
la irresponsabilidad del Estado en articular políticas que generen confianza, terminan
por empobrecer a la gente y eliminar la confianza, y al mismo tiempo termina
por encaminar a muchas personas a buscar formas de protegerse adquiriendo o
invirtiendo en lo que se conoce como divisas.
¿Qué es
una divisa?
Las divisas son las monedas extranjeras y su fortaleza se
fundamenta en la confianza que poseen los ciudadanos de distintas
nacionalidades en ellas. En la economía contemporánea se reconocen como divisas
al dólar, el euro, la libra esterlina y el franco suizo. Cuando se habla de fortaleza,
en una moneda, hablamos de baja inflación, estabilidad política, consistencia
en las políticas fiscales y monetarias, respaldo en metales y otras divisas
fuertes. Pero por sobre todas las cosas, podemos resumir la fortaleza de una
moneda como la voluntad e intención de muchas personas alrededor del planeta de
aceptar esa moneda como contraprestación al valor de su esfuerzo y de los
productos y servicios que ofrecen. Es decir, el valor de una divisa lo dan las
personas con base en su percepción de estabilidad de largo plazo y de
mantenimiento de su poder adquisitivo.
¿Ahorrar
en divisas?
Por supuesto que sí, ya hemos visto que quien hubiera
decidido ahorrar en moneda local, hubiera perdido la casi totalidad de sus
ahorros en estos últimos 30 años y estaría en la total miseria. Sin embargo,
antes de tomar cualquier decisión sobre la apertura de cuentas en divisas, hay
que dominar varios conceptos claves que nos ayudarán a orientarnos y
encaminarnos hacia la mejor defensa del fruto de nuestro trabajo. Deben
considerarse varios factores primordiales, a saber:
- El riesgo del país en donde hacemos la colocación, si
ponemos nuestro dinero en un país de alto riesgo o con el rating crediticio
bajo, es muy probable que ocurran cosas feas, tales como congelación de
depósitos o conversión automática de éstos a moneda local, eso pasó por ejemplo
en la Argentina hace poco más de 10 años y acabó con el patrimonio de millones
de inocentes. Para la categoría de riesgo, hay agencias calificadoras, si un
país o un instrumento financiero tiene una calificación menor que BBB se
considera riesgo especulativo, es decir, cualquier colocación en esas naciones
es chatarra.
- La calidad de las instituciones que protege los depósitos
y el respaldo que brindan. Colocar en un país distinto al nuestro podría ser de
alto riesgo si no existen instituciones que respalden al ahorrista; el ejemplo
más extremo es el reciente caso de la isla de Antigua, en el que la quiebra de
un banco donde muchos conciudadanos tenían sus ahorros se dio por la falta de
supervisión de su superintendencia y su complicidad con quienes manejaban el
banco.
Adicionalmente, los países desarrollados poseen fondos de
garantía de depósitos capaces de proteger importantes sumas de dinero,
asegúrese que su dinero esté cubierto por estas garantías.
- La calidad del banco o institución donde se hace el
depósito. Aun cuando el respaldo del sistema sea bueno, cuando un banco va a la
quiebra o es intervenido, podrían existir complicaciones a la hora de cobrar
por sus depósitos, es así como tener dinero en una institución sólida, con
categoría crediticia alta, nos hará dormir más tranquilos.
- Si va a colocar su dinero en algo distinto a una cuenta
corriente o de ahorros, por ejemplo, un bono o una inversión, cuídese mucho de
la categoría del instrumento y también tome en cuenta que la custodia será en
una cuenta individual a su nombre y administrada por firmas de alto prestigio y
reconocimiento mundial dedicadas a la custodia de valores. De manera que si
decide romper relaciones con el banco o la firma que le administra su
portafolio o éstos cierran, usted pueda disponer de sus activos en forma
independiente, acudiendo a la firma. Una de esas firmas es Pershing LLC.
Instrumentos bastante en boga son los fondos de pensiones,
seguros de vida o administradores financieros. Vendedores de dichos productos
inundan con sus ofertas la plaza local. Pero tenga cuidado, no siempre ofrecen
lo mejor para usted. Nuestra sugerencia es que no se deje deslumbrar por altas
cifras supuestas o excelentes rendimientos, páselos más bien por el mismo tamiz
que a cualquier otra inversión y asegúrese que los cuatro factores mencionados
se cumplan a cabalidad. Riesgo país, garantías reales y documentadas a su
inversión, calidad de la institución (corroborada por terceros acreditados como
Moodys, Fitch o Standard and Poors) y custodia de sus valores. Antes de poner
dinero, asegúrese siempre a quién se lo entrega.
*_El doctor Ackerman,
es profesor de pre y postgrado de las Universidades "Simón Bolívar" y
Católica "Andrés Bello", máster en administración financiera
del IESA y columnista el Diario "El Mundo, Economía y Negocios".
Seguirme en Twitter: @100ciaypolitica
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