jueves, 13 de diciembre de 2012



Sorpréndase:

A los 90 años se puede tener
una maravillosa agilidad mental

El hallazgo de esta longevidad intelectual se hizo una comunidad de monjas estadounidense.

Dr. David Snowdon
En base a investigaciones hechas a un grupo de monjas, en un recóndito convento de la población de Mankato, estado de Minnesota, Estados Unidos de Norteamérica, cuya integrante más joven tiene 90 años  y hay unas cuantas centenarias, el doctor David Snowdon,  profesor de la Universidad de Minnesota, quedó sorprendido de la maravillosa agilidad mental de muchas de ellas.
El descubrimiento aparece publicado en el libro
"Tu cerebro mas joven, cuyo autor es el escritor ingles Tony Buzan, quien es considerado “un promotor de mnemónicos sistemas y técnicas de Cartografía de la mente”, gracias a una serie de cinco libros sobre la mente.
El profesor Snowdon, neurólogo de la Universidad de Kentucky, investigó  qué entre estas mujeres hay un índice muy inferior a la media de demencia senil y otras enfermedades mentales. La respuesta es que las monjas hacen todo lo posible para mantener la mente ocupada en su vida cotidiana.
Compiten en concursos, resuelven pasatiempos y mantienen debates, además de escribir en sus publicaciones, dirigir seminarios y dar clases. Según el investigador, el estímulo diario revitaliza los conectores del cerebro, que tienden a atrofiarse con la edad, haciendo que se ramifiquen y creen nuevos vínculos.
Estudios realizados en el cerebro humano han demostrado que la red neuronal del cerebro nunca es la misma; dependiendo de nuestra actividad, fortalecemos unas conexiones a la vez que debilitamos otras. Cada experiencia enciende su propio patrón de neuronas, por lo que el mapa cerebral cambia sin cesar.
Ésa es la buena noticia: puesto que el buen estado de los circuitos del cerebro depende de lo que hacemos con él, podemos evitar la pérdida de facultades mentales tonificando nuestra materia gris con retos y estímulos
de calidad.

Las 7 claves de un cerebro joven
Como no todo el mundo tiene tiempo o ganas de escribir novelas o de tocar el violín, vamos a ver las claves para mantener el cerebro joven a cualquier
edad. Según el divulgador cientifico William Speed,  hay siete cosas que todo el mundo debería hacer para que su centro de operaciones no vea menguado su rendimiento:
1. Ejercicio. Según los especialistas en terapias anti-edad, el mejor tonificador del cerebro son las zapatillas de deporte, ya que mejoran el ritmo cardiaco y, por tanto, la circulación de la sangre. Un cerebro bien irrigado mantiene en buen estado las conexiones entre las neuronas, que son esenciales para el pensamiento. Por tanto, el ejercicio suave suministra más sangre y oxígeno a nuestro tejido cerebral, evitando que se deteriore.
2. Buena alimentación. El consumo de alimentos ricos en antioxidantes frutas y verduras, legumbres, frutos secos, té verde– no sólo ayuda a prevenir el cáncer, sino que neutraliza los temidos radicales libres que envejecen el cerebro. Una dieta demasiado grasa, además, puede derivar en presión arterial alta, diabetes, obesidad o colesterol, los cuales dificultan el riego sanguíneo también en el cerebro.
3. Aprender siempre. Aunque nuestra materia gris empieza a envejecer a los 30 años, un aprendizaje constante permite mantener la agilidad. Para ello debemos procurar a la mente ejercicios y nuevos desafíos.
4. Mantener la calma. Jeansok Kim, un investigador de la Universidad de Washington, asegura "que el estrés puede dañar los procesos cognitivos como el aprendizaje y la memoria". En especial, el estrés crónico debilita la
región del cerebro denominada hipocampo, donde se forma y consolida la
memoria.
5. Dormir suficiente. Un estudio llevado a cabo en Harvard con estudiantes de matemáticas demostró que un buen descanso nocturno duplicaba la capacidad de los participantes para resolver problemas planteados el día antes. Esto se debe a que, mientras dormimos, el cerebro se mantiene activo y tiene tiempo de sintetizar lo que ha aprendido con anterioridad. La expresión “voy a consultarlo con la almohada” tiene, por tanto, mucho sentido.
6. Reír. El humor estimula la generación de dopamina, una hormona y neurotransmisor que nos hace “sentir bien”. La risa nos ayuda a relativizar
nuestras preocupaciones, con lo que evitamos que nuestra mente se ancle.
7. Aprovechar la experiencia. Lo bueno de hacerse mayor es que atesoramos un archivo con millones de situaciones que nos proporcionan criterio. Esta información podemos aprovecharla para afrontar problemas –nuestros o de otras personas– para los que una persona joven no está preparada.


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