A
propósito del libro “Fuera de serie”, de Malcolm Gladwell
Mantener la ilusión
cada día
y no renunciar a los valores de la infancia
es el elixir de la
juventud.
“Nunca
lamentes que te estás haciendo viejo, porque a muchos les ha sido negado este
privilegio”, reza un proverbio irlandés:
Malcolm Gladwell, es un periodista británico-canadiense, autor de varios libros sobre psicología,
sociología y psicología social. En uno de sus libro, “Fueras de serie”, del que
se ha hablado mucho recientemente auto postula la regla de las 10.000 horas.
Según las estadísticas del autor, es el tiempo que necesita aplicarse a una
misma actividad cualquier persona para alcanzar la maestría.
¿Qué diferencia a quienes
hacen algo especial en la vida de quienes no lo hacen? Fueras de serie explora
las curiosas historias de los grandes jugadores de fútbol; bucea en la peculiar
infancia de Bill Gates; busca qué convirtió a los Beatles en el mejor grupo de
rock; y se pregunta qué distingue a los pilotos que estrellan aviones de los
que no. A través de su viaje por el mundo de los «fueras de serie», los
mejores, los más brillantes y famosos, nos convence de que nuestro modo de
pensar en el éxito es erróneo.
Dice que prestamos
demasiada atención al aspecto de estas personas, y muy poca al lugar de donde
vienen, es decir, a su cultura, su familia, su generación y a las
singularidades de su educación. Brillante y entretenido, Fueras de serie es
toda una referencia que al mismo tiempo iluminará y hará disfrutar.
«Una vez más, Gladwell
demuestra dominar un género del que, de hecho, es pionero: el de los libros que
esclarecen las causas ocultas tras los fenómenos del día a día.
El cerebro de un genio es igual al mío?
Contrariamente a lo que se cree, el cerebro de
un genio no es diferente del
de alguien común y corriente, tal como se comprobó en la disección del de
Einstein. Todos tenemos más talento para unas disciplinas que para otras,
pero lo que distingue a la persona brillante del resto son esas 10.000 horas
que ha dedicado a una misma cosa, sea el violín,
la informática o la gestión
de un negocio.
Esta regla también se aplica al rendimiento del
cerebro. Según los neurólogos, cuando lo mantenemos ocupado a través de la
lectura, la creación artística o el juego, aumenta la llamada memoria
automática, que es la que nos permite hacer cosas sin pensar en ellas.
Es el caso del ajedrecista que, en los primeros
compases de la partida, mueve sus piezas sin tener que cavilar. O el de un
pianista de nivel que interpreta una compleja partitura mientras habla con
alguien. Su esfuerzo y constancia les han procurado un seguro de vida para sus
facultades intelectuales, que operan incluso sin que intervenga la conciencia.
Algunos ejemplos de que la agilidad mental no
está reñida con la edad fueron Miguel Ángel, que dio luz a sus mejores obras de
los 60 a los 89 años, hasta su último día de vida. Goethe terminó su obra
maestra Fausto a los 82 años.
Como ejercitar
nuestro cerebro
En las farmacias se venden sofisticados
complementos vitamínicos para nutrir nuestro músculo pensante, y las tiendas de
productos naturales recomiendan ginseng
para la vitalidad y gingko biloba para reforzar la memoria. Sin embargo, la
mayoría de especialistas coinciden en que el juego es el protector número uno de las facultades
mentales. La terapeuta Amber Hensley aconseja incorporar a nuestra rutina
diaria alguna de estas actividades para mantener bien lubricada nuestra red neuronal:
• Juegos de mesa como el ajedrez, las damas, el
dominó o las cartas, incluyendo los
solitarios.
• Rompe cabezas, mecanos y otros juegos de
construcción.
• Crucigramas, sudokus o cualquier pasatiempo.
Para los que se aburren con esta clase de pasatiempos,
aprender un idioma es una excelente manera de engrasar todos nuestros circuitos
cerebrales, ya que implica ejercitar la memoria, entender nuevas estructuras y
sintetizar
Gimnasia
mental de primer orden.
Por supuesto, dos actividades como leer y escribir también resulta una
gimnasia mental de primer orden, al igual que aprender a tocar algún
instrumento musical.
Una actitud optimista será el complemento
imprescindible para que nuestro cerebro sea un generador de creatividad en
lugar de un pozo de lamentos.
Alimentar la curiosidad y celebrar cada día que
pasamos en el mundo es todo lo que hace falta para no retirarnos nunca del lado
soleado de la vida.
Como reza un proverbio irlandes "nunca lamentes que te estas haciendo viejo, porque a muchos les ha sido negado este privilegio."
La única forma de mantenerse joven mentalmente es no dejar nunca de jugar.
La única forma de mantenerse joven mentalmente es no dejar nunca de jugar.
Independientemente de la edad, debemos vivir
como si estuviéramos poniendo a prueba el mundo, es decir, seguir siendo niños.
Cuando observamos a grandes artistas
como Matisse, Picasso o Miró, entendemos que en esencia continuaron haciendo lo
mismo que en su infancia: jugar, divertirse, ponerse nuevos retos. Mantener la ilusion cada dia y no renunciar a los valores de la infancia es el elixir de la juventud.
También para el cerebro, pues en cuanto empiezas a pensar como un viejo ya has perdido la batalla. Por eso es bueno que los abuelos estén cerca de sus nietos y les vean jugar e imaginar.
También para el cerebro, pues en cuanto empiezas a pensar como un viejo ya has perdido la batalla. Por eso es bueno que los abuelos estén cerca de sus nietos y les vean jugar e imaginar.
Les
dejo a mis lectores estos pensamientos de genios de la humanidad, los cuales
pueden influir en ver desde su óptica nuestra propia vida.
“Envejecer es un mal vicio que no se pueden
permitir los que andan muy
ocupados”, Andre Maurois, novelista y ensayista francés)
“Los seres humanos no dejan de jugar porque
envejecen; y envejecen porque dejan de jugar” , Oliver Wendell Holmes, medico, poeta y escritor estadounidense).
Lleva
mucho tiempo llegar a ser joven”, Pablo Picasso, pintor y
escultor espanol.
Los
niños son nuestros mejores maestros”, Gerard Roses, pintor español
"Nada
en esta vida es producto de la coincidencia o de la casualidad, lo que hagamos
en este mundo, mientras la materia del cuerpo tenga vida, tendrá repercusiones
en la eternidad de nuestro espíritu."
No
camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí,
puede
que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo
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Twitter: @100ciaypolitica
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