miércoles, 19 de diciembre de 2012


Parte II (y final)

En la censura contra la Internet
Se impuso la libertad sobre el autoritarismo

Gobiernos latinoamericanos de dudoso talante democrático fueron derrotados en su afán de aplicar un  control a la red

El futuro de Internet se debatió en Dubái, entre la democracia y el autoritarismo, imponiéndose la libertad de la red por la mayoría de los países asistentes a la Conferencia Internacional de Telecomunicaciones (WCIT), organismo de las Naciones Unidas.
El tema central de la conferencia que acaba de concluir fue actualizar regulaciones en telecomunicaciones establecidas hace 25 años.
El  documento final fue firmado por menos de la mitad de los estados miembros, tras dos semanas de acalorado debate. La controversia estaba en el aire incluso antes de iniciar un encuentro. Muchos países con regímenes autoritarios o poco democráticos querían aprovechar la reunión  para tratar el controversial tema del control de la Internet.
Por un lado, estaba China y Rusia, entre otros, preocupados porque el alma y motor de algo tan importante como la red global siga en manos de compañías y organismos estadounidenses.
Mientras por otro están los que, a pesar de compartir las mismas preocupaciones, prefieren secundar a Estados Unidos y mantener intacta una red que consideran funciona bien tal y como está.
La conferencia de la ONU en la que participan 193 países con el fin de actualizar regulaciones internacionales sobre telecomunicaciones, y en especial con las que tienen que ver con la Internet, subió de tono en los últimos días.
Rusia y la Unión de Emiratos Árabes propusieron que todos los países participantes tengan "los mismos derechos para gestionar Internet", incluyendo especificaciones técnicas. Y quieren que esto quede registrado en un tratado internacional de comunicaciones.

Por el contrario, Estados Unidos quiere limitar cualquier regulación de la Internet en el tratado, alegando que de lo contrario se propiciaría la censura, una visión que según dicen respaldan países de Europa, algunos de América Latina y del Asia-Pacífico.
La tensión entre Estados Unidos y Rusia ha ido agudizándose desde antes que se iniciara la Conferencia, cuando todavía no se sabía si las posiciones del régimen autoritario de Vladimir Putin, serían respaldadas por otras naciones.
Pero esto cambió cuando un documento con una sección dedicada a Internet fue entregado al organizador del evento, la Unión Internacional de Telecomunicaciones, en días pasado.
Aunque el documento no fue revelado al público de manera formal, una versión en borrador fue publicada el fin de semana por una página de Internet dedicada a publicar información filtrada sobre el evento bajo el nombre Wcitleaks. La propuesta de 22 páginas aparece supuestamente firmada por Rusia, Emiratos Árabes Unidos, Argelia y Sudán.
Egipto también se mencionó. Sin embargo, el país emitió un comunicado negando que apoyara la propuesta.
Bajo la sección titulada "Internet", el documento estipula que la responsabilidad de gobierno de la red debería ser compartida "por gobiernos, el sector privado y la sociedad civil".
También añade que los estados miembro deberán tener los mismos derechos para manejar "el numerado de Internet, nombre, direcciones e identificación de recursos".

Algunos gobiernos aspiraban controlar la red
El hecho de que algunos gobiernos aspiraban a controlar la red supondría un cambio notable respecto al actual funcionamiento de la Internet, donde el Departamento de Comercio de Estados Unidos, decide quién administra la Autoridad de Asignación de Números de Internet, (IANA, por sus siglas en ingles), que es el organismo responsable de regular el sistema de direcciones de la red.
El gobierno estadounidense renovó recientemente el contrato que permitirá a la organización independiente con sede en California, ICAAN, seguir gestionando la asignación de números
El control de Estados Unidos sobre el IANA es un legado de la creación por parte del precursor de la Internet, ARPANET (Agencia de la Red de Computadoras de Proyectos Avanzados de Investigación), proyecto para el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, de Norteamérica.
Mientras algunos consideran esta situación un anacronismo, Estados Unidos defiende un sistema donde una serie de organizaciones con experiencia técnica pueden llevar a cabo "decisiones rápidas y ágiles" sobre el desarrollo de la Internet.
Sugiere que la salud de Internet estaría en peligro si sus fundamentos técnicos se dejaran en manos de funcionarios, la Unión Internacional de Telecomunicaciones o cualquier otro ente.
Estados Unidos también está embarcado en otra batalla sobre si el tratado debería extenderse más allá de las grandes compañías de telecomunicaciones, como BT, Telefónica, y AT&T hasta llegar a cualquier "agencia de operación" pertinente.
Se ha especulado que este último término podría legitimar la interferencia de gobiernos en las operaciones de pequeños proveedores de Internet (ISP) y operaciones en la nube como Google y Facebook.
"Crea una puerta abierta hacia la revisión de contenidos y una potencial censura", expresó Terry Kramer, el embajador estadounidense ante la WICT, en un video dirigido a los asistentes de la reunión de este domingo.
Kramer propone que se use un término más específico en lo que respecta a la extensión del tratado, que quedaría limitado a "agencias de operación reconocidas". Sin embargo, otros países están preocupados de que esto pueda restringir su capacidad de coordinar respuestas a problemas como los correos basura y los ataques cibernéticos.

No a cualquier restricción
Estados Unidos quiere limitar al máximo cualquier restricción del actual funcionamiento de la Internet. No obstante, en el video dirigido al WICT, Kramer concluye que un compromiso final podría ser inviable. "Ahora mismo se siente que estamos en un impasse porque existen diferencias filosóficas", apuntó.
El mismo ITU habia prometido no someter asuntos en disputa a un voto de la mayoría, y dedicar los días de la reunión a hallar un documento común que todos estén de acuerdo en firmar.
El ITU prima propuestas que tienen que ver con el bloqueo de los correos basura y la reducción de las tarifas de llamadas internacionales por celular.
El tratado resultante se convertirá en ley internacional, aunque en realidad no existe un mecanismo legal que obligue a los países a acatarla.

Quienes firmaron y quienes no
Finalmente, no ocurrió nada en la cumbre de la Unión Internacional de Telecomunicaciones. El documento final no fue firmado por Estados Unidos, Canadá ni los países europeos y otros países latinoamericanos.
Por su parte, la Argentina sí firmó pero con algunas reservas, como por ejemplo, dejó explícito “el derecho a tomar cualquier medida que crea necesaria (...) para salvaguardar los intereses nacionales". Pero en lo sustancial, la regulación sobre Internet quedó afuera del capítulo sobre las regulaciones de las telecomunicaciones, lo que para algunos fue una buena noticia.
Los principales países de occidente cuestionaron el siguiente artículo (5B): "Comunicaciones electrónicas masivas no solicitadas. Los Estados Miembros deben procurar tomar las medidas necesarias para evitar la propagación de comunicaciones electrónicas masivas no solicitadas y minimizar sus efectos en los servicios internacionales de telecomunicación. Se alienta a los Estados Miembros a cooperar en ese sentido". Por este motivo, dejaron sin firma al documento final. Para Estados Unidos, este párrafo dejaba la puerta abierta a que los Gobiernos “censuraran mensajes políticos o religiosos”.
Por su parte, el jefe de la delegación de los países árabes, Tariq al-Awadhi, manifestó que su grupo había sido "traicionado" por EE.UU. después de haber llegado a un acuerdo de compromiso, que trasladaba los asuntos relacionados con Internet a una resolución no vinculante.
De hecho, las cuestiones vinculadas a las web quedaron en una resolución paralela, no vinculante, que tampoco fue avalada por las potencias occidentales. Otros países que no firmaron fueron Filipinas, Polonia, Egipto, Kenya y la República Checa.
Por América del Sur,  firmaron Argentina, Brasil, Cuba, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, México, Panana, Paraguay, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela, en su mayoría países donde imperan regímenes autoritarios, como algunos firmantes de Europa, África y Asia.

Este artículo fue elaborado parcialmente con material del Servicio noticioso
 de la BBC de Londres. Los calificativos sobre los gobiernos mencionados son responsabilidad del autor de este Blogger.

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