Valores de la historia
Cortés de Madariaga:
el gran olvidado de nuestra
máxima gesta independentista
Su NO, marco el inicio de nuestra Independencia |
Luego de los sucesos del 19 de Abril de 1810, donde se declara la
Independencia de Venezuela, José Cortés
de Madariaga, junto con otros siete patriotas, fueron hechos presos y enviados España, donde estuvieron recluidos en la prisión de
Ceuta hasta el 21 de Noviembre de 1815, con un pequeño ínterin en que logró
fugarse a Gibraltar, pero que las autoridades de esa colonia inglesa, lo
devolvieron a España donde permaneció hasta la fecha antes dicha. Apenas fue
liberado regresó al Caribe, y en 1816 ya estaba en Jamaica, y en Abril de 1817
en Margarita, siempre preocupado por nuestra independencia y luchando por ella,
aunque por ser sacerdote no era combatiente.
Quien era verdaderamente este
sacerdote y patriota
Religioso y doctor en los dos derechos, canónigo de la Catedral de
Caracas; escritor, orador y político, fue una de las figuras principales de la
revolución de Venezuela el 19 de Abril. Hijo
de Francisco Cortés Cartavia y de Mercedes Madariaga y Lecuna. Muy joven inició
sus estudios en el seminario de su ciudad natal. En 1788 se ordenó de
sacerdote. Continuó sus estudios hasta doctorarse en la Universidad de San
Felipe (Chile). En 1798, en competencia con el doctor Miguel de Eizaguirre,
aspiró a la cátedra de decretales en la misma universidad en la cual se había
graduado. Por no haberse producido la decisión en Chile, los dos contendores
viajaron a Madrid ese año en busca del fallo correspondiente. Al cabo de dos
años, las autoridades españolas optaron por no dar la cátedra a ninguno de los
dos aspirantes. Cortés de Madariaga, por Real Cédula del 17 de Agosto de 1800,
recibió una prebenda de merced en la Catedral de Santiago. El 12 de Abril de
1802 se embarcó en España rumbo a Chile, pero por contrariedad de los vientos,
llegó a Venezuela, “casi como un náufrago”, dice Cortés. Ese mismo año, de La
Guaira pasó a Caracas, y allí solicitó una canonjía en la Catedral de Caracas,
la cual le fue concedida el 8 de Marzo de 1803, y de ella tomó posesión el 28 de Julio del
mismo año. El 22 de Julio de 1804, desde Caracas solicitó al inquisidor decano
del Tribunal del Santo Oficio en Cartagena de Indias, que se le nombrara
Comisario de la Inquisición en Caracas. Su solicitud no fue atendida. El 19 de
Abril de 1810 se hallaba en los alrededores de la Iglesia de La Merced, cuando
fue advertido por el Presbítero José Félix Blanco de los acontecimientos que se
estaban sucediendo ese día en la mañana, y en consecuencia, se trasladó al
Ayuntamiento, en momentos cuando los cabildantes y otros señores allí reunidos
estaban pidiendo al Capitán General Vicente Emparan y Orbe, una definición de
su actitud frente a la situación política planteada. Cortés de Madariaga,
diciéndose representante del clero, fue uno de los que le conminaron en tal
sentido. Emparan, antes de tomar alguna decisión, se asomó al balcón del
Ayuntamiento, y dirigiéndose a la muchedumbre congregada en la Plaza Mayor, le
preguntó si le querían como gobernador. Cortés de Madariaga, quien había
seguido al Capitán General, detrás de éste, hizo señas negativas con la mano, a
lo cual la multitud respondió: “No, no lo queremos”; después de lo cual, oída
esta exclamación, Emparan les dijo “…. Si no me queréis, pues yo tampoco quiero
mando….” y presentó la renuncia de su investidura.
El primer gobierno de Venezuela
Acto seguido se constituyó un nuevo gobierno que tomó el nombre de
“Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII”, formando Cortés
parte de ella como representante del clero. El 15 de Julio de ese mismo año,
llegó a La Guaira Narciso Coll y Prat, nuevo Arzobispo de Caracas, y al puerto
marcharon, comisionados por la Junta Suprema, Cortés de Madariaga, Juan Germán
Roscio y el secretario José Ventura Santana, con el objeto de someter al
prelado a un interrogatorio y así conocer sus sentimientos sobre la decisión
recién tomada en Caracas. El 21 de Diciembre del mismo año, por disposición de
la Junta Suprema, Cortés emprendió viaje a la Nueva Granada, donde cumplió una
misión diplomática ante el gobierno de aquel Estado, presidido por Jorge Tadeo
Lozano. El objeto de la misión era la de arreglar las amistosas relaciones
entre los dos pueblos. Al llegar a Timotes (Estado Mérida), Cortés de Madariaga
retiró dos edictos firmados por Santiago Hernández Milanés, Obispo de Mérida, y
colocados en la puerta del templo y otros lugares. El 6 de Febrero de 1811, el
Obispo Hernández Milanés decretó la excomunión de Cortés de Madariaga, la cual
fue suspendida solo después que Cortés de Madariaga restituyese los papeles en
su lugar y manifestase públicamente su arrepentimiento. El 6 de Marzo de 1811
Cortés se hallaba en Bogotá. El mismo día se iniciaron las conversaciones, las
cuales concluyeron el 28 de Mayo con la firma del Tratado de Alianza y
Federación entre Venezuela y Cundinamarca. El 14 de Junio salió Cortés de
Madariaga de Bogotá, llevando consigo el primer documento diplomático firmado
por un representante venezolano con un gobierno extranjero y 250.000 pesos
enviados por Cundinamarca a Venezuela como auxilio. El viaje de regreso lo hizo
a través de los ríos Negro, Meta y Orinoco, y dejó a la posteridad lo que él
llamó “Diario y Observaciones del Pbro. José Cortés de Madariaga en su regreso
de Santa Fe a Caracas, por la vía de los ríos Negro, Meta y Orinoco”. Es un
trabajo lleno de narraciones y comentarios del autor, acompañado de un plano.
El Padre Madariaga cuenta que mientras navegaba con sus compañeros por el río
Meta, uno de ellos que era músico, y que “su inclinación lo obligó a soltar los
remos y tomar la flauta para ejecutar la Canción de Caracas, Gloria al Bravo
Pueblo, etc., y al resonar el suave instrumento unieron sus voces quienes
sabían la letra, e hicieron sentir los ecos de la libertad a los bogas,
interrumpiéndoles por largo intervalo que continuasen su ejercicio y
produciendo en mi corazón emociones tiernas”. El 29 de Junio de 1812, el
General Francisco de Miranda, desde los valles de Aragua, donde operaba contra
Domingo Monteverde, dispuso que Monseñor Coll y Prat fuese reducido a prisión
por considerarlo contrario a la causa de la república, y el encargado de este
cometido fue el canónigo Cortés, quien debía entregar la persona del pontífice
al gobernador militar de La Guaira Manuel María de las Casas. La detención del
arzobispo quedó sin efecto por la intervención del General José Félix Ribas y
del doctor Francisco Javier Yanes, también comisionados de Miranda para la
citada operación.
Su primera prisión en España
Con ocasión de la capitulación del General Miranda el 25 de Julio de
1812, Cortés pasó a La Guaira en procura de medios para salir de Venezuela, y
allí fue apresado por Francisco Cervériz, junto con varios revolucionarios. El
8 de Septiembre del mismo año fue remitido a España en unión de Juan Germán
Roscio, Francisco Isnardi, José Barona, Juan Pablo Ayala, José Mires, Juan Paz
del Castillo y Manuel Ruiz. Es el grupo al cual Domingo Monteverde dio el
nombre de “los ocho monstruos” en su comunicación a las autoridades de la
Península cuando hizo el envío de los prisioneros. Cortés fueron confinados en
la prisión de Ceuta, después de 7 meses en La Carraca de Cádiz. En 1814,
gracias a la intervención del mercader británico Thomas Richards, los
prisioneros se fugaron y fueron a dar a Gibraltar, donde se pusieron bajo la
protección de la bandera inglesa; pero el Gobernador de la zona los entregó de
nuevo a las autoridades españolas, y de nuevo fueron confinados en Ceuta, hasta
el 21 de Noviembre de 1815, cuando recobraron su libertad por mediación de
Richards ante el gobierno inglés y la opinión pública. En 1816 el canónigo se
hallaba en Jamaica. A comienzos de Abril de 1817 llegó a Margarita, y el 17 del
mismo mes publicó un manifiesto, por el cual abogaba por la formación de un
gobierno representativo emanado de la voluntad popular. Estas ideas las vio
plasmadas el 8 de Mayo de ese año, cuando en San Felipe de Cariaco (Edo.
Sucre), se reunió el Congreso de Venezuela convocado por el General Santiago
Mariño, integrado por 10 representantes y presidido por Francisco Javier Mayz.
El Poder Ejecutivo surgido del Congreso lo designó como representante de
Venezuela ante Estados Unidos, pero Cortés no llegó a desempeñar esta comisión,
pues el 25 de ese mes, ante la llegada de Pablo Morillo a la isla, se embarcó
rumbo a Jamaica. Allí desarrolló actividades a favor del reconocimiento de la
independencia de Venezuela, especialmente por Inglaterra. En Kingston entró en
contacto con el marino francés Luis Aury, a la sazón jefe de una flotilla
corsaria en busca de patentes para actuar. El 3 de Junio de 1818, Cortés de
Madariaga, autodenominado “Ministro Extraordinario de las Repúblicas de Buenos
Aires y Chile, extendió a Aury un documento por medio del cual lo comisionó
para desembarcar en Portobelo y Chagres, con el intento de ocuparlos en normes
de las repúblicas de Buenos Aires y Chile. Agregaba Cortés que autorizaba a
Aury para que se posesionase de la capital de Panamá y del territorio de su
provincia, con el empleo de la fuerza, si fuese necesario. En acatamiento de lo
dispuesto por Cortés, Aury se apoderó el mismo mes de las islas Vieja
Providencia y Santa Catalina, y en ellas enarboló los pabellones de las
repúblicas representadas por Cortés. De estas acciones informó el canónigo en
Agosto de 1818 a Juan Martín Pueyrredón, jefe del gobierno de Buenos Aires y
también al de Chile. Los proyectos de Cortés de Madariaga estuvieron a punto de
realizarse. Entre las causas que lo impidieron está la llegada del General
Gregor MacGregor a la Vieja Providencia, con buques, 800 soldados, víveres y
material de guerra, todo proveniente de Londres. MacGregor propuso a Aury una
operación sobre el istmo para ocupar Portobelo y seguir hacia Panamá, acogiendo
Aury los planes del escocés. Otra de las causas del fracaso de Cortés en sus
acciones fue la culminación exitosa de la campaña de Nieva Granada (1819)
llevada a cabo por Simón Bolívar, lo cual restó importancia a los planes sobre
el istmo. En 1820, Cortés participó en la campaña de recuperación de la costa
atlántica desde Santa Marta hasta Cartagena de Indias, llevada a cabo por el
Coronel Mariano Montilla, y acompaño a este jefe en la ocupación de Cartagena
(1-10-1821); de esta plaza pasó a Santa Marta y de allí a Riohacha. El 29 de
Enero de 1823, José Manuel Restrepo, secretario de Estado, le anunciaba que el
Vicepresidente de Colombia, Francisco de Paula Santander, lo había nombrado Deán
de la catedral de Santa Marta; pero Cortés rechazó el empleo, alegando su
derecho sobre la canonjía de Caracas, ignorando que ese cargo había sido
ocupado desde 1819. Tras el rechazo del deanato de Santa Marta, el Congreso de
Colombia acordó darle una pensión para Cortés por considerarlo un acto de
justicia para los servidores de la patria. La Gaceta de Colombia del 26 de
Marzo de 1826 dio la noticia del deceso de José Cortés de Madariaga declarando
que “…a su firmeza se debió gran parte de la Revolución de Caracas del 19 de
Abril de 1810…. El Canónigo Cortez de Madariaga merece los mejores recuerdos de los venezolanos
por su ardiente patriotismo y amor a la libertad”.
Bibliografía consultada por los
autores del mismo son las siguientes: Arias Argaez, Daniel: El Congresillo de
Cariaco. Academia Colombiana de la Historia. Bogotá. 1936.- Brice, Ángel Francisco:
Congresillo de Cariaco. Boletín de la Academia Nacional de la Historia.
Caracas. Nº 200. Octubre-Diciembre de 1963. Gómez, José Mercedes: La Verdad
sobre el Congreso de Cariaco. Academia Nacional de la Historia. Caracas. Nº
276. Octubre-Diciembre de 1986.-Parra Pérez, Caracciolo: Antecedentes inmediatos
del Congresillo de Cariaco. Revista Shell de Venezuela. Caracas. Número II.,
1954 .Con algunos cambios hechos por el titular de este Blogger, para mejorar el contenido del mismo, los autores de este trabajo son los historiadores Nicolás Perazzo, y Luis Arturo López Rivas, en su obra: Venezuela del antaño, quienes consultaron la anterior bibliografia.- La Foto (Cortesía de Efemérides de Hoy. Chile).
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