El libro de la semana
Vidas para leerlas
de, Guillermo Cabrera Infante
Guillermo Cabrera Infante fue un escritor y guionista cubano, que en
1965 tuvo que partir al exilio y luego de fallidos intentos por establecerse en
España, lo hizo finalmente en Londres, donde obtuvo la ciudadanía británica en
1975.
Fue autor de una buena cantidad de novelas, cuentos, ensayos,
artículos y memorias. Escribió también guiones cinematográficos y críticas de
cine, su otra pasión junto con las letras.
Crítico implacable del régimen castrista, nunca regresó a Cuba y se
negó a que sus obras fueran publicadas dentro de la línea de edición de
emigrados del Ministerio de Cultura de Cuba. La noticia de su muerte en 2005,
no fue recogida en la isla.
En “Vidas para leerlas”, publicado en 1998, siguiendo el espíritu de
que «toda biografía aspira siempre a la condición de historia» Cabrera Infante
realiza un apasionante recorrido literario que incluye sabrosas anécdotas
personales, por autores y personajes que marcaron su vida: Gastón Baquero,
Jorge Carrera Andrade, García Lorca, Severo Sarduy, Alejo Carpentier, José
Lezama Lima o Jorge Piñeira, entre otros.
En palabras del autor:” Nada querría yo más que mis modestas vidas
sean para leerlas, para gozarlas y para evitar, en muchos casos, la aciaga
suerte de muchos que vivieron cortesanos renuentes, y murieron para y por la
literatura”.
El escritor y crítico literario Juan José Reyes, al referirse a
Cabrera Infante, señala: hay mucho de novelista en un biógrafo, aunque esto se
dude o se niegue. Los que piensan que no acuden al testimonio de la Verdad: el
biógrafo está obligado a dar con ella para darla a los demás. Pero no otra cosa
ocurre con el novelista: construye una verdad –ésta con minúscula e igualmente
humana–, la verdad de la imaginación o los recuerdos de verdad. No hay duda de
que estas vidas de Guillermo Cabrera Infante zarpan casi siempre del recuerdo
para llegar al centro y a los pliegues ocultos de sus personajes. Son vidas de
memoria, memoria de vidas. Están más allá del retrato, incluso más allá de la
evocación. No han sido creadas sólo con las herramientas del narrador, y no hay
duda en todo caso de que tales instrumentos van abriendo caminos, trazando
líneas entre las líneas paralelas hondas y quebradas de personajes que
mantienen en su sino –diría Guillermo Cabrera Infante– el sí a la vida y el no
rotundo, redondo a la simulación. Ningún artificio hay en esta muchas veces
emocionada y sin falta alerta tarea de recreación. A los elementos de que echa
mano el creador de vidas –los testimonios de otros en algunos casos y con la
mayor frecuencia la propia constatación vital– Guillermo Cabrera Infante,
terrible y amable, suma la imaginación, el malabar verbal y el brío cálido de
su disparada astucia narrativa, y va poniendo ola sobre ola junto a la brisa
rauda las coordenadas mudables y profundas de unas vidas para ser escritas, que
escritas fueron ya con los acentos, los ritmos, las intenciones varias de
mundos que –casi todos– parecen destinados a renovarse sin fin.
Twitter: @PardeyBlogger
e-mail: pardeyblogger@gmail.com
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