Ciencia para jóvenes, con Luis M. Garcia (*)
Las computadoras:
el signo de nuestro
tiempo
Desde hace siglos, el hombre buscó diseñar métodos e
instrumentos que le facilitaran las tareas del cálculo para su aplicación en la
vida diaria. Así nació el ábaco, inventado por los chinos y considerado como el
primer antecesor de nuestras modernas computadoras.
La regla de cálculo, la sumadora y luego la
calculadora científica fueron abriendo el camino hacia nuevas y mejores formas
de resolver problemas, no sólo atinentes a magnitudes numéricas, sino de
procesamiento de información, acopiada actualmente en millones de unidades
llamadas hites.
Fue en 1944 cuando en la Universidad de Harvard, en
los Estados Unidos, se diseñó una inmensa computadora conocida como ENIAC: por
sus siglas en inglés.
Esta mole ocupaba un espacio de 200 metros cuadrados y
tenía miles de tubos, circuitos y botones, así como kilómetros de cables.
La máquina hacía en dos horas el trabajo que cualquier
computadora de las actuales efectúa en un minuto.
Gracias al progreso tecnológico, las computadoras se
han hecho mucho más pequeñas, prácticas y eficaces. A la vez, estos avances han
provocado la desaparición de las viejas tarjetas perforadas, sustituidas en principio
por los diskettes y luego por los ya
familiares discos compactos, en los
cuales podemos grabar, desde nuestras canciones favoritas hasta una voluminosa
enciclopedia.
Las computadoras han cambiado nuestra forma de vida y
sus potencialidades son literalmente
infinitas.
Luis M. García,
es licenciado en Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela. Se
ha dedicado a la divulgación de la ciencia. Fue jefe de redacción de la revista
“Ciencia al Día”. Actualmente es presidente del Círculo de Periodismo
Científico de Venezuela (CPCV).
Twitter: @PardeyBlogger e-mail: pardeyblogger@gmail.com
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