domingo, 21 de octubre de 2012


Domingo de psiquiatría, con Ignacio Taboada G.

Los trastornos mentales

Dr. Ignacio Taboada G.
¿Qué significa Salud Mental? ¿Cómo es eso de estar sano mentalmente?  ¿Dónde está la separación entre lo sano y lo enfermizo en el terreno de lo mental? ¿Cómo sabe cada cual si está sano o si tiene algún trastorno mental? 

El doctor Dr. Ignacio Taboada G., médico psiquiatra, egresado de la UCV y especializado en medicina del sueño, en  Atlanta School of Sleep Medicine and Technology”, de Estados Unidos de América; columnista invitado de este Blogger, responderá hoy y todos los domingos las interrogantes que hay en la disciplina del comportamiento humano.

-Vamos a tratar de responder a todas esas diferentes preguntas que, a fin de cuentas, tienen todos los mismos trasfondos. Comencemos por el principio pero al revés.

-Es sano mentalmente aquel que, a pesar de tener una cantidad casi numerable de “rasgos” anormales, es capaz de llevar una vida estable en sociedad. Tomemos esta definición, muy práctica por cierto, y vayamos desglosándola poco a poco para comprender su total significado.
Comenzar, como dijimos antes, por el final. "... en sociedad". Por supuesto. Un Robinson Crusoe, en su isla desierta, antes de salvar a Viernes de sus captores, no cabe en nuestra definición. Cuando no tenemos otro u otros seres humanos con quienes interactuar, no hay manifestaciones de trastorno mental. Cuando avancemos en el desglose de nuestra definición, se entenderá esto más fácilmente.
"... capaz de llevar una vida estable", se refiere a una vida sin mayores altibajos, que sea homogénea en su desarrollo, no importa que ese mismo desarrollo implícito a la misma naturaleza humana, vaya cambiando suave pero inexorablemente el curso de esa vida.
Ahora llegamos a una porción de especial importancia en la definición: "... a pesar de tener una cantidad casi innumerable de 'rasgos' anormales" ¿Qué son “rasgos” anormales?
Por un momento pensemos en nosotros mismos, no importa en cuál etapa de nuestras propias vidas. Un día cualquiera, miró uno al cielo y en una nube vio dibujado un osito o la cabeza de un señor con antifaz. Lo comentamos con quien estaba a nuestro lado y también lo vio o quizás dijo que no veía eso por ninguna parte.
Ver figuras de cosas en las formas imprecisas de manchas, nubes o sombras, es un fenómeno llamado paraeidolia y se observa con gran frecuencia en personas que padecen de ciertos tipos de epilepsias. Pero todos hemos visto algún osito o cualquier otra cosa en las formas de las nubes y eso no significa que todos padezcamos de epilepsia.
Podríamos seguir mostrando ejemplos de rasgos anormales y de trastornos mentales. Creo que ya son suficientes para ilustrar lo que pretendo.
Cuando estas características de pensamiento o de conducta se hacen muy frecuentes o muy intensas al punto de provocarnos malestar psíquico o interfieren en nuestro habitual desenvolvimiento laboral, de estudio o en nuestra interacción social con los demás seres humanos, entonces ya no son rasgos anormales sino que ahora son síntomas de algún trastorno mental.
Cuando alguien camina por una acera y piensa permanentemente que los demás le están mirando o que piensan cosas de él, entonces sí necesita ayuda. Cuando alguien no puede salir de su casa porque necesita revisar 19 veces seguidas si cerró las llaves de agua o si verdaderamente desconectó la plancha, es obvio que sus ideas obsesivas y sus compulsiones están limitando el normal
desarrollo de su vida y podemos afirmar que padece de un Trastorno obsesivo compulsivo.
Igualmente si alguien le tiene miedo a los leones, como la mayoría les tenemos, no es anormal, pero perderse un paseo a la playa por temor a que el tráfico se detenga en la carretera durante el viaje, es harina de otro costal. Ese miedo exagerado a situaciones constituye un tipo de Fobia y sí es un trastorno mental o del comportamiento.
De manera que ya sabemos qué cosa es un rasgo anormal; es eso que todos tenemos y de muchos tipos pero que no son capaces de producirnos malestar o alterar nuestras vidas y nuestro desarrollo de seres humanos.
Síntomas son los otros, que sí molestan, a nosotros mismos o a los demás, y son los que con su presencia hacen que la persona que los tiene sea un enfermo con algún Trastorno Mental o del Comportamiento.
Sigamos adelante. ¿Existirá alguien que, habiendo nacido y vivido en una ciudad, no haya pensado alguna vez? Ahora no va a pisar las rayas de la acera y seguidamente comenzó a ajustar la longitud de sus pasos para no pisarlas. Ese ejemplo es de una idea obsesiva y de una conducta compulsiva respectivamente pero haber tenido y seguir teniendo ocasionalmente esas manifestaciones, no nos convierte, de ninguna manera, en unos enfermos del Trastorno obsesivo compulsivo.
Imaginemos que vamos caminando por un Centro Comercial, contemplando sus vitrinas de exhibición. En un momento dado, mirando hacia el frente, vemos a tres personas que conversan entre sí, unos metros más adelante. De pronto una de esas personas mira en dirección a nosotros, luego les dice algo a sus interlocutores y todos se ríen muchísimo. Podríamos pensar entonces:
¿Y no tendrán mejor oficio estos tres desgraciados que estar riéndose de mí?
Aceptemos qué ciertamente no tenemos idea de que comentaron entre ellos y mucho menos tenemos la certeza de que se referían a nosotros. Sin embargo,
sentimos que la conducta de esas tres personas se refería a nosotros. Casi estamos tentados a reclamarles su proceder. Hemos tenido, entre otras, una idea de referencia, esto es, una idea de que algo sucedido fuera de nosotros mismos y de lo cual no somos responsables, se refiere a nosotros. Las ideas de referencia son frecuentes en Esquizofrenias paranoides, Episodios maníacos,
Trastornos crónicos de ideas delirantes y otros trastornos mentales graves.
Calma; tener ideas de referencia no nos convierte automáticamente en enfermos de estos trastornos mentales que recién hemos nombrado. Después de revisar estos ejemplos, está claro que todos tenemos 'rasgos' anormales de muchos tipos pero no padecemos de todos los trastornos mentales conocidos.

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