Jueves
de economía, con Boris Ackerman *
Propuesta con humor
a nuestros representantes
Dr. Boris Ackerman |
En
los últimos tiempos, la Asamblea Nacional ha hecho grandes esfuerzos para crear
leyes cuya intención es regular cada vez más y más aspectos de la economía.
Todo
eso con la justificación de una supuesta escalada especulativa que dispara
precios. La realidad es muy distante a lo que manifiestan públicamente los
legisladores tanto de gobierno como de oposición, regulando, controlando y
persiguiendo, muy poco se logra. Al final, los mercados muestran su poder y
terminan por hacer escasear los bienes regulados o por deteriorar seriamente
los servicios. Los únicos que salen
beneficiados en todo ese juego son los intermediarios inescrupulosos, muchas
veces vinculados con el mismo Estado, con capacidad de tomar ventaja
adquiriendo productos y vendiéndolos a sobreprecio. Dado que la culpa de que
las leyes que nuestros brillantísimos legisladores aprueban no funcionan la
tiene la "Ley de la oferta y la demanda", la solución es derogar la
omnipresente "Ley de la oferta y la demanda". Así que, dentro de la
infinita sabiduría de quienes supuestamente nos representan en la Asamblea
Nacional, solicito su venia en evaluar la siguiente propuesta.
Ley de abolición de la antigua
"Ley de la oferta y la demanda"
Considerando:
*
Que la "Ley de la oferta y la demanda" afecta los resultados de las
sobresalientes, consistentes y bien
implementadas políticas gubernamentales, definidas por nuestros funcionarios y
funcionarias, quienes en su infinita sapiencia logran delinear exactamente lo
que la nación necesita y requiere.
*
Que debido a sus privilegiadas inteligencias e indudables condiciones
ideológicas y morales, los funcionarios públicos y las funcionarias públicas, son los únicos señores y las únicas
señoras que poseen las exclusivas facultades que les permiten tomar decisiones
sobre los niveles de precios para productos y servicios que se importan del
exterior o se producen en el país y que luego
se transportan, distribuyen, comercializan y consumen o utilizan en el
territorio nacional.
*
Que los individuos e individuas que tienen por oficios el importar, producir,
distribuir, transportar, comercializar y consumir o utilizar productos en el
territorio, al no formar parte de la institucionalidad del Estado, carecen de
la capacidad de decidir acerca de la mejor forma de utilizar los recursos
existentes en la nación y que de ninguna forma son capaces de comprender con
claridad las verdaderas necesidades del pueblo, condición que prevalece
únicamente en quienes manejan el Estado.
*
Que los funcionarios y funcionarias del gobierno poseen toda la información
necesaria para decidir con su infinita sapiencia, las cantidades, formas de
presentación, tamaños, condiciones de entrega, lugares donde serán demandados y todas aquellas características que los
usuarios y usuarias dentro de todo el territorio nacional requieran para los
productos o servicios que les sean necesarios. Aun tratándose de una
información bastante voluminosa, quienes detentan los cargos públicos sabrán
sin duda analizarla y manejarla.
*
Que aun en un medio donde la información es de carácter tácito y mucha de esa
información no puede ser contabilizada ni expresada en estadísticas, la inmensa
sabiduría de los funcionarios y funcionarias del Estado podrá ser capaz de predecir
y estimar con toda precisión, el día a día de las decisiones de consumo de
todos los usuarios y usuarias que transitan o viven en el territorio nacional,
sin la menor probabilidad de errores.
*
Que a pesar de que existen cambios en tecnologías y tendencias, los
funcionarios y funcionarias del gobierno están en la perfecta capacidad de
predecir esos cambios y anticiparse a ellos, y así ser capaces de adelantarse a
las necesidades y exigencias de usuarios y usuarias, planificando exactamente
lo que necesitan y requieran para su suprema felicidad.
*
Que es innecesaria la "Ley de la oferta y la demanda" pues la
atribución de dicha ley en cuanto a la determinación de precios y cantidades
está basada en las percepciones y visiones de los individuos e individuas que
no pueden ser considerados y consideradas como el nuevo hombre socialista, sino
que más bien se trata de personas que podrían tener algún germen de pensamiento
capitalista.
Decide:
*
Artículo 1: Queda abolida y prohibida en
todo el territorio nacional, la "Ley de la oferta y la demanda".
*
Artículo 2: Se crea la Superintendencia de Distribución de bienes y servicios
SUDISBIESER, organismo encargado de recibir la información de los usuarios,
usuarias, consumidores y consumidoras del país. Además de la información sobre
la capacidad productiva de productores, productoras, servidores y servidoras.
La
SUDISBIESER asignará cuotas de producción y servicios a otorgar a productores,
productoras, servidores y servidoras; y cuotas de consumo a usuarios, usuarias,
consumidores y consumidoras.
*
Artículo 3: Cualquier intento de parte de los individuos o individuas que no
sean funcionarios o funcionarias de la SUDISBIESER, de informarse o
informar sobre las necesidades y
capacidades propias o de los demás ciudadanos o ciudadanas, queda absolutamente
prohibido en todo el territorio nacional.
*
Artículo 4: La comunicación entre individuos e individuas del mismo género o de
distinto género, por cualquier vía, ya sea verbal, escrita o electrónica, queda
terminantemente prohibida. Cualquier necesidad o capacidad de producir, deberá ser comunicada en el mismo día hábil
en que surja la necesidad o capacidad,
al funcionario o funcionaria para ello designado.
*
Artículo 5: Se prohíbe la producción o consumo de cualquier bien no controlado
por los funcionarios y funcionarias de la SUDISBIESER.
Disposición
transitoria
Queda
prohibida cualquier transacción de compra-venta acordada previamente a esta
ley, pero no culminada hasta la fecha.
Comuníquese
y publíquese.
*_El
doctor Ackerman, es profesor de pre y postgrado de las Universidades
"Simón Bolívar" y Católica "Andrés Bello", máster en administración financiera del IESA
y columnista el Diario "El Mundo, Economía y Negocios".
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