Ciencia para jóvenes, con Luis M.
García (*)
El cigarrillo es un caballo de Troya
coleado en el organismo
Célebre es el
episodio de la Guerra de Troya narrado por Homero en su obra clásica “La Iliada”
cuando los aqueos infiltraron en la amurallada Troya a un caballo monumental
del cual emergieron quienes luego incendiaron la ciudad.
De esa misma
forma, como Caballo de Troya se comporta el cigarrillo en el organismo de los fumadores.
Está
comprobado suficientemente que el fumar cigarrillos introduce al cuerpo
compuestos químicos nocivos que causan más de 14 afecciones distintas, las
cuales van desde el mal aliento y los dedos y dientes amarillos, hasta el
cáncer de pulmón y el infarto, pasando por la impotencia sexual masculina.
La combustión
del cigarrillo ingresa al aparato respiratorio y luego al torrente sanguíneo
sustancias altamente tóxicas como el cianuro de hidrógeno, veneno poderoso que
está en los gases inhalados. Otro es el monóxido de carbono, que entra a la
sangre disminuyendo sensiblemente su capacidad de llevar el oxígeno a todo el
cuerpo.
La nicotina es
un compuesto que, en estado puro puede matar a un adulto instantáneamente con
sólo ingerir 70 miligramos La nicotina
es altamente adictiva y a ella se atribuye la adquisición del hábito o el vicio
de fumar.
El alquitrán
es un compuesto negruzco que se aloja en los pulmones obstruyendo las vías
respiratorias. Se sabe que al menos 1O elementos del alquitrán son
cancerígenos.
Hasta hace
algunos años el cáncer del pulmón era padecido mayormente por hombres pero
actualmente las mujeres lo sufren en igual porcentaje.
Ante este
cuadro, lo mejor es impedir la entrada a nuestro organismo de ese temible
Caballo de Troya que es el cigarrillo.
Luis M. García, es licenciado en Comunicación Social de la Universidad
Central de Venezuela. Se ha dedicado a la divulgación de la ciencia. Fue jefe
de redacción de la revista “Ciencia al Día”. Actualmente es presidente del
Círculo de Periodismo Científico de Venezuela (CPCV).
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