La inmunoterapia representa un cambio
profundo en la lucha contra el cáncer
"Es la primera vez que tenemos la capacidad de activar
el sistema inmunitario contra el cáncer", revela el director médico del hospital Memorial
Sloan-Kettering de Nueva York.
El oncólogo español
José Baselga, director médico del hospital Memorial Sloan-Kettering de Nueva
York, afirma que la inmunoterapia, en la lucha contra el
cáncer, es el gran avance que va a suponer "un cambio profundo" en la
estrategia contra los tumores.
Baselga, uno de los
oncólogos más prestigiosos, quien participa en las reuniones de la Sociedad
Americana de Oncología Clínica (ASCO), cita imprescindible para conocer las
últimas investigaciones sobre el cáncer donde en la última reunión asistieron a
más de 30.000 especialistas.
En una entrevista con
algunos medios de comunicación españoles, el médico catalán se ha mostrado
esperanzado ante la puerta que se abre con el estudio en fase I presentado en
ASCO que emplea dos inmunoterapias combinadas para combatir el melanoma
avanzado, uno de los cánceres de piel más agresivos.
El nuevo compuesto,
labrolizumab, (anticuerpo antitumoral)
ha conseguido una reducción del tumor en el 52 por ciento de los pacientes que
recibieron las dosis más altas.
"Es la primera
vez que tenemos la capacidad de activar el sistema inmunitario contra el
cáncer", subraya Baselga.
"Era el sueño de
todos, ver algún día que el sistema inmunológico del paciente reconociese al
tumor como algo extraño y lo atacase", indica.
Durante muchos años,
añade, "lo que hemos hecho es intentar estimular con vacunas al sistema
inmunitario y, ahora, hay que hacer lo contrario".
El oncólogo lo explica
así: "Los tumores tienen la capacidad de inhibir las respuestas
inmunitarias a través de unos receptores que son supresores y, cuando
conseguimos bloquear a esos receptores, el sistema inmunitario tiene la
capacidad de reconocer al tumor como algo extraño y entonces lo destroza, lo
elimina".
Esto, asegura,
"supone un cambio profundo" en la estrategia utilizada hasta ahora en
la lucha contra el cáncer.
Para los tumores sobre
los que funciona la inmunoterapia (hay estudios en melanoma y pulmón) es un
método que "actúa mejor que la quimioterapia", subraya.
Ahora, los siguientes
estudios tendrán que investigar la aplicación de inmunoterapia en los distintos
tipos de tumores para ver su eficacia.
Este especialista en
cáncer de mama también ha destacado otro estudio aleatorio en fase III del
Reino Unido presentado en ASCO que demuestra que una mujer que haya tomado
tamoxifeno (medicamento usado como tratamiento complementario para el cáncer de
mama), durante diez años después del
tratamiento para el cáncer primario, tiene el 25 por ciento de posibilidades
menos de tasa de recurrencia y muerte.
Esa conclusión se
obtiene tras compararlo con aquellas mujeres que tomaron ese tratamiento
durante cinco años, periodo de tiempo que se recomienda actualmente.
"Esto va a
obligar a una discusión" entre médico y paciente sobre la conveniencia de
prolongar este tratamiento unos años más en función del riesgo de base que cada
mujer presente, añade. "La paciente tiene que conocer" esta
posibilidad, insiste Baselga.
En los tumores de mama
triple negativo y HER2 positivos, "si no has recaído en cinco años estás
curada, pero en los tumores estrógenos positivos, aunque matan menos, la
recidiva es permanente, es como una hipoteca con un tipo de interés fijo. Hay
recidivas al cabo de los diez años", explica.
El uso de tamoxifeno
durante más de diez años reduce la posibilidad de recidivas en un 25 por
ciento, además de ser un medicamento "barato y con pocos efectos
secundarios", afirma el oncólogo español.
Cuando el cáncer de
mama reaparece al cabo de diez años, "te das cuenta también de que hay un
problema tremendo con los tumores latentes, los que no dan la cara, y cuyas
células permanecen vivas, en estado larvado".
La genética es otro de
los grandes avances contra el cáncer y en ASCO también ha sido uno de los temas
estrella.
"Te das cuenta
del tremendo poder de la genética", apunta el investigador, al realizar
una secuenciación sistemática de los tumores y ver las mutaciones. Esto permite
conocer la capacidad de respuesta de los tumores a los distintos fármacos y
ofrecer al enfermo el mejor tratamiento.
"Estamos en una
fase en la que, como podemos secuenciar los tumores de manera rutinaria,
podemos entender quién no responde y por qué, y podemos ser muy ágiles en
aplicar tratamientos nuevos", dice el responsable del Memorial de Nueva
York, considerado uno de los centros de referencia mundial en tratamiento e
investigación del cáncer.
Fuente: Agencia de Noticias española Servimedia
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