Gánele tiempo al
accidente cerebro vascular
Si hay una máxima que se repite en todas las especialidades médicas es la necesidad del diagnóstico y tratamiento precoz. Sin embargo, si tuviésemos que seleccionar una enfermedad en la cual, literalmente, el tiempo es oro, ésta tendría que ser el accidente cerebrovascular (ACV).
Lo ideal es tratar al paciente en esa
ventana de las seis primeras horas que, usualmente escapan entre la detección
por parte del enfermo, el traslado urgente, el examen médico y
el comienzo del tratamiento, doctora
Vivian Hernández, radióloga intervencionista, del Departamento de Imágenes, del
CMDLT.
Centro Nacional de Atención para ACV
Según la doctora
Vivian Hernández, radióloga intervencionista del Departamento de Imágenes, “los
síntomas del evento que han de motivar la consulta inmediata son dolor de
cabeza, adormecimiento de la mano, mitad de la cara y cuello, dificultad para hablar, convulsiones”. Lo
recomendado a nivel mundial es acudir
sin pérdida de
tiempo a un centro de salud referencial de eventos isquémicos que no había en
el país. Ha de contar con especialistas disponibles las 24 horas del día, el
equipamiento de diagnóstico y tratamiento en la misma área, como serían el TAC, RMN, equipo de
hemodinamia, terapia intermedia, quirófano con todos los fármacos y materiales
endovasculares, helipuerto y centro de rehabilitación. Ello corresponde a la
serie de requisitos exigidos para conformar el Centro de ACV (stroke) de
rápidos mecanismos respaldados por tecnología de punta que colaboren en ganar
tiempo, lo cual es crucial para el tratamiento. De ese vital detalle depende la
recuperación inmediata y completa del paciente, amén de determinar el protocolo
adecuado al paciente.
Insiste
Hernández en lo vital que es tener en el mismo piso los equipos de tomografía,
resonador, servicio de hemodinamia donde ejecutar el procedimiento, área de
terapia intensiva intermedia donde hospitalizar al paciente que no puede perder
tiempo. Los ACV isquémicos pueden tratarse antes de las 6 horas de evolución
para destaparlos. Si hay un trombo, un émbolo, un ACV isquémico y es detectado
antes de esas 6 valiosas horas es posible penetrar un micro catéter para llevar
a cabo una especie de cateterismo selectivo a nivel del sistema nervioso y
colocar una sustancia que disuelve la lesión, o colocar un balón que dilate la
arteria a ese nivel.
Toda la acción
descrita puede evitar al paciente vivir hemipléjico el resto de la existencia,
o con un déficit neurológico el resto de la vida que le obligue acudir a
rehabilitación, aunque muchos nunca
recuperan su habilidad completa.
Si el paciente
llega al Centro luego de las 6 horas estimadas ameritará un procedimiento de
dilatación de la aorta abdominal supra e infrarrenal con un balón dilatado que
hace la estenosis de un 70 por ciento, aproximadamente, en la aorta liberando
el sistema renina angiotensina responsable de distender todos los vasos del
cuerpo, entre ellos los vasos cerebrales y permite que el área de penumbra en
el sistema nervioso sea menor y los vasos colaterales revascularicen la parte
del ACV isquémico cerebral.
Es posible que
el paciente muestre síntomas menores o pasar inadvertidos, pues pueden ser
eventos isquémicos transitorios. Dependiendo de la ubicación del territorio del
vaso que irriga la lesión y del tamaño de ésta puede dormírsele la mitad de la
cara, manos, brazos o dolor de cabeza y convulsiones. Estos pacientes también
podrían haber tenido problemas de coagulación, presentar fosfolípidos altos,
anticardiolipina, sin importar ser muy joven.
Ciudades preparadas para la emergencia
Salvador Malavé,
del Departamento de Imágenes, destaca la importancia de educar a la comunidad
para que todos podamos reconocer al ACV, que no es una indigestión ni un dolor
de cabeza banal. Es aprender a diferenciar entre una mano dormida por problemas
en el Túnel del Carpo y otra como síntoma del evento. “Es esencial que en cada
ciudad exista un Centro de asistencia rápida”, dice. Si la persona ya sabe que
está ante un ACV debería contar con un teléfono de acceso rápido a los
Servicios de Emergencia del Municipio. Quienes trabajan en los Centros de
Atención deben saber - basado en lo que explica el paciente o quien lo
acompaña- donde lo llevarán. Suele ocurrir que el paciente supo reconocer sus
síntomas, buscó auxilio a tiempo, pero lo trasladaron a un centro no equipado
para salvarlo antes de las 6 horas estimadas, por lo cual hay que recurrir a
otras medidas no tan efectivas porque lo eficaz es atender rápido al paciente
que ingresa a fin de realizarle la tomografía y demás procedimientos ya
explicados. Debe crearse un sistema de traslado rápido formado para lograr que
el paciente llegue a tiempo de hacerle algo todavía. En las emergencias hasta
el portero debe entender que a ese paciente no pueden detenerlo en la sala de
espera y saber que, inclusive un niño puede sufrir un ACV por causas cardíacas
o por traumatismos en la carótida o razones inmunológicas, entre otras.
Aneurismas
La terapia
endovascular está dirigida al diagnóstico y tratamiento de lesiones vasculares
en todo el organismo (cabeza, cuello, tórax, abdomen y periférico). Es la
navegación endovascular con micro catéteres y microguías mediante la
visualización por una pantalla de fluoroscopia y para ello debe hacerse una
incisión de 2 mm en la región inguinal para penetrar al sistema vascular. Con
este procedimiento es posible tratar aneurismas o sea las dilataciones
vasculares de venas o arterias, malformaciones arteriovenosas que son
dilaciones anómalas de arterias y venas que se unen conformando tumores,
fístulas, estenosis, etc.
El 5 por ciento
de los aneurismas es diagnosticado de manera incidental como por ejemplo, en
pacientes que acuden a hacerse una tomografía indicada por su médico debido a
un dolor de cabeza o un dolor retrocular y visualizan la imagen de la lesión en
el sistema nervioso y comienzan a estudiarlo de inmediato.
Los tumores
intracraneales hipervascularizados - como los meningiomas - en el pasado eran
operados, pero sangraban mucho durante actos quirúrgicos largos y cruentos.
“Hoy esos pacientes son embolizados, es retirada la vasculatura al tumor y van
a cirugía avasculares, sin ramas que les sangren durante la operación”,
describe
Hernández. Es la combinación de embolización y cirugía a cielo abierto. Es la
misma técnica para los aneurismas cerebrales, antes tratado sólo con cirugía
para colocarles un clip quirúrgico.
Ahora no se abre
la cabeza del paciente, sino que es trombozado el flujo interno del aneurisma
ocluyéndole la luz.
“Neurocirujano y
radiólogo intervencionista actúan juntos en todos los procedimientos de cabeza
y cuello, mientras que el tratamiento posterior lo realiza el neurocirujano. En
el CMDLT trabajamos con equipos de última generación con arco en C biplanares y
con pantallas planas de alta resolución”, asegura Hernández. En los equipos de
hemodinamia proceden al abordaje de la arteria femoral superficial de
cualquiera de los dos lados, con mínima
incisición, sin necesidad de puntos de sutura. El abordaje es a través
de la arteria femoral superficial con un
catéter, pasando por la arteria abdominal, llega a las arterias intracraneales
y entra en las arterias carótidas responsables de irrigar el cerebro.
El paciente
recibe sedación consciente para la intervención. Previo ha cumplido con hacerse
una batería de exámenes igual que para cualquier cirugía (placa de tórax,
pruebas de coagulación, evaluación preoperatoria). Al momento de la
embolización estará presente el anestesiólogo por si ocurriese algún sangrado
que soluciona el neurocirujano, aunque las complicaciones son inferiores al uno
por ciento en tratamientos endovasculares. Luego de 48 horas hospitalizado, el
paciente es dado de alta sin tener que retirarle puntos. La cirugía abierta de
cráneo es de más lenta recuperación y por ello son notables los beneficios de
la práctica endovascular en hospitales al compararlo con el costo significativo
de largas hospitalizaciones, pero no tienen recursos para aplicarlos. Los
Seguros cubren los procedimientos.
Lo congénito
Advierte
Hernández que “no todos los aneurismas pueden resolverse desde el punto de
vista endovascular ni tampoco por vía quirúrgica, por lo cual existen
tratamientos en conjunto. Las malformaciones arteriovenosas conceptuadas como
lesiones, en las cuales las venas y arterias durante la embriogénesis del ser
humano no se separan generando las malformaciones arteriovenosas cerebrales
que, por lo general, son patologías congénitas. En esos casos los radiólogos
intervencionistas los embolizan y lo residual es objeto de radiocirugía o los
operan. El proceso se cumple cuando la radiocirugía los quema, los cirujanos
los extraen y la radiología intervencionista cierra los vasos por dentro.
Los casos
oncológicos de cabeza y cuello son tumores a los cuales les retiran la
vasculatura y los cirujanos los operan. Por ejemplo, el glomus yugular es un
tumor muy vascularizado con componente intracraneal y en cuello, al cual le
suprimen la irrigación completa para que el neurocirujano y el cirujano de
cabeza y cuello lo retiren.
Aneurismas de
aorta abdominal, arterias aortoilíacas y estenosis de arterias renales son
sujetas a tratamientos periféricos con los mismos monitores del equipo de
hemodinamia, pero el software cambia a periférico.La autora de esta entrevista es la licenciada Blanca García Bocaranda, columnista invitada de nuestro Blogger, quien es una periodista venezolana con larga experiencia en la divulgación de temas sobre la salud. Actualmente es la productora periodística de la revista “Líneas de Salud” del Centro Médico Docente La Trinidad, de Caracas-Venezuela
(Ilustracion cortesia Portal de Fisioterapia Neurologica de España)