Ingeniero nuclear Leancy Clemente*
La
adicción a Internet
A
finales de los sesenta Estados Unidos tuvo la necesidad de crear un sistema de
comunicaciones entre los grandes centros de investigación nuclear para proteger
la confidencialidad de sus trabajos de investigación y los secretos militares y
particularmente los nucleares, los cuales venían siendo robados por los
soviéticos en una forma concurrente.
El
excesivo uso de documentos escritos que se traspapelaban y en muchos casos
terminaban en manos de espías extranjeros se hizo insoportable.
Por
ejemplo, Cuando los estadounidenses hacían un descubrimiento o desarrollo
calculaban que los soviéticos o chinos tendrían ese conocimiento en una x
cantidad de años y en la mitad de ese tiempo anunciaban su posesión.
A
tal fin se crean redes particulares, una para la System Development Corporation
en Santa Mónica, otra para el Proyecto Genie en la Universidad de California
(Berkeley) y otra para el proyecto Multics en el Instituto Tecnológico de
Massachusetts (MIT).
Pero
no se podían interconectar por tener protocolos de comunicación diferentes.
Con
la creación de un protocolo único cuyo acrónimo es “TCP/IP” se logran
interconectar el MIT, la Universidad de California y la de Stanford,
agregándose posteriormente el Pentágono, el Ministerio de Energía y otras
universidades y centros importantes. El organismo encargado de coordinar esta
investigación es el ARPA y a la red se le denomina “ARPANET” y su uso estaba
limitado al sector militar.
Tuvimos
la oportunidad de ser uno de sus primeros usuarios por estar en el Departamento
de Energía Nuclear, uno de los pocos centros que disfrutaba de esta red lo que
facilito enormemente en el desarrollo de nuestra tesis de grado en el MIT. La
conexión se hacía discando una extensión interna y luego se introducía el
audífono del teléfono en un Bumper de goma desde un terminal sin monitor.
No
se podían mandar gráficos, solamente textos a una bajísima velocidad.
Posteriormente se crean las direcciones de correo para comunicar a los
científicos e investigadores entre si. A igual que ahora, la dirección estaba
conformada por el usuario de la misma y el computador o servidor desde donde se
hacia la conexión, para separar estos componentes se seleccionó un símbolo que
en el teclado no tenía uso y que no formaba parte de ningún idioma o lenguaje
internacional: la arroba (@). Mi primer correo electrónico fue:
leancylobo@mit.edu
Con
la creciente demanda mundial de nuevos usuarios se deja el APARNET para el uso
militar y se crea la INTERNET con acceso abierto y sin restricciones. La
necesidad de publicar información y buscarla en forma segura e inmediata crea
un protocolo estándar denominado World Wide Web (la telaraña Mundial) y un
buscador de esa información llamado Mosaic. Éste fue suplantado por otro de uso
más extenso “Netscape” el cual a su vez fue sustituido por los comúnmente
conocidos Yahoo y Google.
Generalmente
se accede a Internet a través de la línea telefónica, pero también es posible
hacerlo mediante un cable de fibra óptica o una conexión inalámbrica (Wireless).
La conexión a Internet requiere disponer de cinco elementos: una computadora,
un MODEM, un programa que efectúe la llamada telefónica, otro programa para
navegar en la Red y una empresa proveedora de Internet que realice la función
de servidor o intermediario.
INTERNET
ha cambiado la forma de comunicarse, el correo epistolar ha quedado para cosas
formales (recibos de servicios públicos, tarjetas, etc.) El “Chat” ha
sustituido la llamada telefónica, ya que se puede conversar con programas como
“Messenger” y “Gmail Chat” igualmente ver y conversar a otras personas usando
las conferencias, en forma gratuita usando aplicaciones como Skype, entre
otros. Igualmente la forma de hacer negocios, millones de empresas tienen su página
Web y a través de ellas manejan su imagen corporativa e igualmente promocionan
y venden sus productos, prestan soporte técnico y permiten adquirir
prácticamente cualquier cosa en un horario extendido de 24 horas y 365 días al
año.
Cuando
mi mama se molestaba con nosotros, como castigo, nos quitaba el televisor.
Ahora
les quitamos a nuestros hijos el acceso a Internet. Estoy seguro que muchos
prefieren una buena nalgada antes que ese horrible castigo.
Nuestros
hijos están disfrutando más que nadie. Aquellas largas horas en una biblioteca
han sido sustituidas por una búsqueda en INTERNET de pocos minutos. Esto nos
lleva a tomar previsiones para que no tengan acceso a páginas dañinas para su
salud mental.
En
el caso de Venezuela tenemos una diversidad de proveedores del servicio de
Internet lo cual nos permite seleccionarlo de acuerdo a nuestra exigencia
personal y contribuye a que esa competencia mejore la calidad del servicio. Los
teléfonos inteligentes ya tienen conexión con Internet.
Últimamente
se ha introducido el concepto de la salida única o NAP (Network Acces Point)
que permite que la mensajería no tenga que salir a servidores en el exterior,
circule dentro del país y sea más rápida, pero tiene el problema que si ese
punto único tiene algún problema, todo el país se queda sin el servicio. De
manera que no la recomiendo por cuanto muchas personas e instituciones dependen
de la INTERNET para sus labores profesionales.
Muchas
grandes ideas y negocios se han creado alrededor de Internet, Facebook y Google
están valoradas en miles de millones de dólares por nombrar dos gigantes.
Las
distancia se acortaron, en Venezuela nos enteramos en cuestión de segundo de
algo que paso Ghana, China o Australia.
Igualmente
conseguimos viejas amistades y nos comunicamos con ellas sin importar en que
parte del globo se encuentran.
Ha
cambiado la forma de comunicarnos, el Twitter y el correo electrónico forman
parte de nuestra identificación personal.
El
que no los posee “no esta en nada”
Pero
no todo es tan bueno, a Internet también se le atribuyen propiedades negativas.
En
muchos estudios se llegó a la conclusión de que Internet contribuía a reducir
el círculo social y afectaba al bienestar psicológico, desplazando la actividad
social y reemplazando los lazos de unión fuertes por otros más débiles. Las
amistades creadas en la red parecen ser más limitadas que las respaldadas por
una proximidad física.
Según
Pau Jene fundador de Geonick (Es una aplicación para conocer nuevos y lugares y
hacer amistades alrededor del mundo) el mal uso de Internet ha generado efectos
secundarios en las personas tales como la Adicción a estar conectado, todo se
copia y pega, todo se replica, tanto la verdad como la mentira, produciendo un
auténtico caos que nos sumerge en una duda permanente. En este caos todo es
susceptible de ser fraude, mentira o error.
La
Superficialidad ya que se ha invadido la red de contenido banal y superfluo:
textos, fotos y videos lanzados sin un proceso previo de creación o reflexión,
sino por el mero hecho de participar de la gran “fiesta social”, a la caza de
escalar posiciones en el ranking de los “más sociales”.
Otro
efecto es la Competitividad por ver quien tiene más seguidores o amigos. La
compra y venta de bolsas de falsos seguidores o supuestos amigos ofrecida por
algunas empresas es un ejemplo.
La
pérdida de la privacidad, damos nuestros datos personales, ponemos fotos
intimas solo para pertenecer a un determinado grupo social como, por ejemplo,
Facebook.
INTERNET
contribuye y facilita la obligación de supervisión parental por cuanto, ahora,
sabemos dónde están sus muchachos: enfrente de su computador o en el de alguno
de sus amigos o en el Cyber que él frecuenta.
El doctor Clemente, es ingeniero nuclear,
egresado del Instituto Tecnológico de Massachusetts, de los Estados Unidos de
Norteamérica y una maestría en esa prestigiosa institución. Se desempeñó como representante por Venezuela ante la
Organización Internacional de Energía Atómica. Actualmente es presidente de la
Sociedad Nuclear de Venezuela y profesor en su especialidad de varias
universidades venezolanas y colaborador de varias publicaciones científicas en
esta área.
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