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Ingeniero nuclear, Leancy Clemente |
India, un país para tomar de ejemplo
Cuenta con abundante talento:
produce 200.000 ingenieros, 300.000 técnicos y más de 3 millones de
universitarios cada año.
¿Sabía usted que cuando llama por teléfono a la General Electric, IBM,
Microsoft, LG, Sony, Westinghouse o cualquier empresa vendedora de algún
dispositivo electrónico, para solicitar soporte técnico o cualquier tipo de
información relacionada con su equipo, le atiende un especialista que está
ubicado en un centro de llamadas (call center) en la India?
Uno no lo percibe porque la persona que nos atiende habla
perfectamente el idioma del cliente, dependiendo del origen de la llamada
(idioma) es enrutada a un especialista que habla esa lengua en particular.
Dos términos son los que actualmente están dirigiendo la economía
india hacia los primeros puestos del ránking mundial: outsourcing, o
subcontratación, y offshoring, o subcontratación en el extranjero.
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Taj Mahal, joya de la arquitectura indu |
Ganesh Prabhu, Director de desarrollo de negocio de WiPro
Technologies, define el nuevo paradigma de la siguiente manera: “todo lo que se
pueda digitalizar se puede subcontratar, y todo lo que se pueda digitalizar y
subcontratar, se puede desarrollar directamente en otro país”. No en vano su
compañía, con base en Bangalore (India), aparece en los primeros puestos del
ránking mundial de offshoring en cuanto a servicios, desarrollo de software y
gestión de call centers.
Cada vez son más las compañías de todo el mundo que apuestan por el
llamado Bussiness Proces Outsourcing (BPO), subcontratando la gestión de
algunos procesos a empresas especializadas. Según Anju Kumar, agregada
comercial de la Embajada de la India en Madrid, “India es responsable de casi
el 70% de la industria global en offshore de Tecnología Informática, y casi la
mitad de la industria de BPO global”.
IBM, Microsoft, Cisco Systems e Intel han anunciado inversiones en
India por valor de 10.000 millones de dólares
El interés de las empresas por este país asiático es cada vez más
evidente, como lo demuestra, por ejemplo, la inversión de 6.000 millones de
dólares en tres años anunciada por IBM a principios de junio del 2012. Este
acuerdo se suma a otras inversiones multimillonarias, como la de 3.900 millones
de dólares que anunciaron conjuntamente Microsoft, Intel y Cisco Systems.
¿Por qué India?
Nitin Seth, Consultor estratégico de la multinacional McKinsey en
India, asegura que el país “cumple con todos los requisitos para liderar el
mercado de offshoring mundial”.
Por una parte, India cuenta con abundante talento: produce 200.000
ingenieros, 300.000 técnicos y más de 3 millones de universitarios cada año. A
estas cifras hay que sumarles también el hecho de que muchos estudiantes se
trasladan a lo largo de la etapa universitaria a los Estados Unidos y otros
países del primer mundo para completar su formación. No obstante, la agregada
comercial de la Embajada de la India en Madrid reconoce que “aunque actualmente
el nivel de inversión en educación ya es importante, y se están realizando
esfuerzos para incrementarlo, todavía hay que prepararse mucho mejor para el
futuro”.
El inglés como idioma oficial proporciona un valor agregado a la mano
de obra del país.
Por otro lado, los costos de mano de obra son mucho más reducidos que
en la mayoría de países desarrollados, donde la proporción media se sitúa en 4
veces más de sueldo por la misma tarea.
Talento a buen precio es un fórmula mágica para atraer inversiones
extranjeras, aunque “todavía quedan algunos puntos débiles como la escasez de
infraestructuras o la herencia de un derecho laboral complicado”, según afirma
Rama Velamuri, profesor del IESE.
A pesar de que estas condiciones también se dan en otras economías
emergentes como podría ser China, existe un valor diferencial que ha provocado
que la externalización de servicios se concentre en India: el idioma. Las
empresas anglosajonas que externalizan sus call centers, por ejemplo, necesitan
que las personas que vayan a atender a sus clientes hablen a la perfección el
inglés, cosa que en China es un hecho poco habitual. Lo mismo ocurre con las
empresas de todo el mundo que mantienen relaciones internacionales y que por
tanto necesitan que su plantilla, sea de donde sea, domine este idioma.
Un iPhone de 600 euros es prohibitivo para muchos, pero un móvil de 19
euros, no. El coche es un sueño, pero a 1.500 euros ya se puede convertir en
realidad. Mercado y pobreza no son dos términos que suelan ir juntos. Sin
embargo, en un país mayoritariamente rural y donde 300 millones de personas
viven con un dólar al día, la tecnología se abarata para llegar a un mercado
impensable. Desde la aparición en julio del 2012 del Nano, el minúsculo coche
de Tata que cuesta 1.500 euros, las empresas indias han materializado el
eslogan de "bueno, bonito y barato", con la ayuda fundamental de los
microcréditos.
Durante años el papel de las empresas tecnológicas indias ha sido
reducir los costes de producción de las occidentales. No obstante, el segundo
país más poblado del mundo (1.200 millones de personas) está rompiendo las
cadenas.
India es también un gigantesco laboratorio gracias a sus propias
contradicciones: cada año salen de la Universidad decenas de miles de
ingenieros de calidad inigualable, millones de personas rozan la pobreza, pero
la clase media crece a un ritmo vertiginoso gracias a la adopción de la
tecnología por parte de las clases más humildes.
Nokia vende millones de móviles a 19 euros, Citibank emplea un
servicio de reconocimiento por huella dactilar para abrir cuentas bancarias y
así sortear la masiva indocumentación de la gente, Microsoft desarrolla
programas de lectura para los analfabetos.
Inventos baratos
Su éxito se debe a la originalidad de su producción: no se
comercializan copias baratas, los inventos son funcionales y atractivos. ¿De
dónde procede este ímpetu creador? Algunos aluden a la paradoja india: la mitad
de la pobreza mundial se encuentra aquí, pero también está aquí la mayor
fábrica de ingenieros informáticos del mundo, el Indian Institute of
Technology, y Bangalore, el segundo Silicon Valley.
"Por primera vez se puede poner la tecnología al servicio de los
pobres. Cuando vives aquí no puedes cerrar los ojos. Un día, de camino al
trabajo, casi piso la cabeza de un bebé. Estaba allí, tirado en medio de la
acera". Es el crudo recuerdo del estadounidense Sean Blagsvedt, que llegó
hace cinco años al país para trabajar con Microsoft y es el creador de
Babajob.com, una bolsa de empleo para los necesitados.
Pero los pobres de ayer están dejando de serlo. Un estudio del
instituto McKinsey señala que India pasará de 50 millones de personas de clase
media en 2005 a 583 millones en 2025. Un mercado gigantesco -el quinto del
mundo- y muy apetecible para el gran consumo.
Este año, 2013 estará por el orden de los cien millones.
La próxima semana vamos a tratar sobre el Premio Fundación Empresas
Polar "Lorenzo Mendoza Fleury"
Se otorga cada dos años, desde 1983, a científicos venezolanos en las
áreas de Biología, Física, Matemática, Química y sus respectivas
interdisciplinas, evaluando el talento, la creatividad y productividad de cada
uno de ellos en sus respectivas especialidades.
El doctor Clemente, es ingeniero nuclear, egresado del Instituto
Tecnológico de Massachusetts, de los Estados Unidos de Norteamérica y una
maestría en esa prestigiosa institución. Se desempeño como representante por Venezuela ante la
Organización Internacional de Energía Atómica. Actualmente es presidente de la
Sociedad Nuclear de Venezuela y profesor en su especialidad de varias
universidades venezolanas y colaborador de varias publicaciones científicas en
esta área.
Twitter: @PardeyBlogger e-mail: pardeyblogger@gmail.com