sábado, 29 de septiembre de 2012

Ciencia y política: ¿aliados estratégicos?

El  nombre de  este Blogger   “Entre la Ciencia y la Política”,  quizás suene  raro para  muchos. Es así  como si  en  términos   coloquiales colocáramos en una cesta o en una caja de herramientas un martillo con una manzana, pero no. Hoy día la ciencia se considera una aliada de la política y la política una aliada de la ciencia.

“El binomio ciencia-política, merece un estudio detenido y por lo tanto desprovisto de prejuicios, conducente a un proceso de alfabetización científica  y tecnológica a todo nivel”.
Por eso para muchos investigadores de las ciencias sociales, la conjunción ciencia y política eleva la visibilidad no solo de las comunidades científicas sino del país en general, representando la respuesta social organizada de una nación a los retos de la competitividad mundial, que exigen de la ciencia un  estatus político cada vez mayor.
Para una mejor comprensión y ampliación del tema, reseñamos una síntesis de un trabajo académico titulado “Ciencia y Política. Aliados estratégicos”, de los investigadores sociales Elsa Beatriz Acevedo Pineda, de Colombia y Pavel Díaz González de Mendoza, de Cuba.
“La humanidad como dimensión social y el hombre como actor y especie, está en la obligación de contribuir  con resultados en la preservación del mundo en que vive, desarrollando un modelo desarrollo sustentable. La ese empeño, resulta imprescindible el desarrollo y aplicación de la ciencia en los diferentes niveles de la sociedad. Sin voluntad política de los estadistas y los gobiernos, resulta  en la práctica planteamientos de un discurso  estéril sin resultados medibles o peor aún hacer política empleando la ciencia y sus actores.”
En tal sentido en el estudio del binomio ciencia-política es necesario
aplicar los criterios de unidad en la diversidad, buscando en todo momento y en cada acción priorizar aquellos elementos de unión, obviamente sin descartar los problemas éticos implícitos que marcan la diferencia en las relaciones entre científicos y políticos.
Por su parte, los actuales  desarrollos tecno-científicos, imponen a cada sociedad retos económicos, sociales, culturales, ambientales, éticos y naturalmente políticos. En estas condiciones de la inteligencia estratégica de sus dirigentes, depende la forma como se logre compaginar la acción estratégica de factores tan decisivos para el desarrollo  de la sociedad. 
Como forma de organización social y de poder, la ciencia debe participar activamente en el reordenamiento del poder mundial en las circunstancias actuales.
En las circunstancias actuales de nuestros países y ante la dimensión de sus contradicciones internas, ciencia y política ya no pueden ser consideradas antagónicas y lo que es peor, actuar como espacios lejanos, ajenos, cuando no contradictorios.
La urgencia de cambios profundos y estructurales exige la convergencia de ambas, mediante el diseño de políticas de inserción de la ciencia en el devenir político de nuestras nacionalidades, por encima de cualquier consideración que subestime el peso del desarrollo tecno-científico  en las políticas de desarrollo endógeno.
La realidad latinoamericana caracterizada por la más amplia heterogeneidad, producto de asimetrías heredadas, manifiesta marcadas contradicciones socio económicas, con promedios muy bajos de necesidades básicas satisfechas. Este hecho obliga a nuestros países a diseñar agendas de desarrollo multilaterales, basadas en los aportes de los avances que en diferentes campos  ofrecen tanto la ciencia como las innovaciones tecnológicas.
Frente a estas consideraciones la  idea de optar por un desarrollo endógeno, basado en la independencia y autenticidad cobra  fuerza frente a la monopolización del conocimiento mundial, y la implantación de graves desequilibrios estructurales a  través de planes, proyectos,  de marcado corte neocolonial.
La historia del subdesarrollo latinoamericano ha dejado profundas huellas en nuestra sociedad y esa política de despojo institucionalizado, debe abrir las puertas a un paradigma que priorice la producción científica de beneficio social, haciendo del crecimiento y el desarrollo humano eslabones vitales del mismo.
En las condiciones actuales de los  países latinoamericanos la ciencia
adquiere y exige un enorme compromiso político, capaz de construir
marcos jurídicos que le favorezcan, como una de las formas de sintonizarnos no sólo con el mundo sino con nosotros mismos, teniendo en cuenta las enormes implicaciones del tema en la conciencia nacional.
Otro de los aspectos bien preocupantes en cuanto al binomio de la ciencia–política se refiere, tiene que ver con el bajo interés de la clase política con respecto la ciencia y la tecnología. Siendo muy escasa su incorporación es los documentos programáticos, de  los diferentes partidos políticos.
Lamentablemente,  este es un mal generalizado típico de sociedades
subdesarrolladas que tiene mucho que  ver con el nivel de preparación académica de su clase política. Este tema es bastante complejo y necesariamente deberá ser abordado por los estudios sobre el desarrollo tecno-científico en contextos nacionales.
Lo  cierto es que ante la carrera desenfrenada del conocimiento mundial, nuestros países deben entrar por la puerta grande de la competitividad, basados en desarrollos endógenos  como aportes universales de una ciencia y una tecnología capaz de solucionar problemas álgidos de la marginalidad. Para alcanzar este  objetivo, es importante crear, desarrollar y fortalecer ambientes  científicos plurinacionales con identidad y autonomía.
Finalmente la  ciencia debe superar las tensiones y divergencias con las estructuras de poder, anteponiendo las aplicaciones pacíficas de la ciencia, en dos de sus campos de acción; en la investigación y en hacer de la misma un beneficio humanitario. 
Por su parte, un verdadero gobierno democrático es aquel que se apoya en el conocimiento científico, portador de un paradigma de razonamiento lógico, propio del nuevo pensamiento que debe afianzarse en la nuestra realidad continental.
Los científicos de nuestros países deben fijar sus posiciones con la mayor claridad posible frente a los problemas de la guerra, la paz, los derechos humanos, la salud, la crisis alimentaria, la privatización del conocimiento, los biocombustibles, el cambio climático, la educación, las fumigaciones de los cultivos de droga con su inmenso deterioro socio ambiental, entre otros temas.

“Lo anterior solo es posible mediante una respuesta científica y política bajo nuevas formas de gobernabilidad, en donde el pensamiento científico ocupe los espacios de legitimidad y reconocimiento que exige el progreso de nuestras sociedades”, concluye la síntesis del trabajo de ambos investigadores sociales.


Botswana ubicada en el sur de África
celebra hoy 46 años de su independencia

Se sitúa entre los 16 países con mayor estabilidad política y ausencia de violencia en el mundo, y en la primera ubicación entre los países de África, según el “Informe de Gobernabilidad” del Banco Mundial




La historia de Botswana “la encrucijada fatal”, ubicada en el corazón del sur de África–, es la historia del desierto de Kalahari, intermediario entre la poblada sabana del noreste y las despojadas estepas del suroeste. El tránsito pre colonial posibilitó asentamientos de los británicos, holandeses y portugueses desde el.

Los primeros habitantes de la actual Botswana fueron probablemente antepasados de los san (también conocidos como bosquimanos), cazadores y recolectores, que hoy habitan las estepas semiáridas de Botswana sudoccidental; y de los khoikhoi (más conocidos como hotentotes, son un pequeño grupo étnico nómada del África del sudoeste,). Tribus de lengua bantú llegaron a la región en el primer siglo a.C. Los antepasados de los tswana, (hoy nación mayoritaria), se instalaron entre los siglos XI y XII en las llanuras del Río Vaal (hoy provincia sudafricana del Transvaal). Los tswanas se fundieron en ocho clanes poderosos. Las rivalidades entre clanes no permitieron a los tswana crear un reino como otras naciones en África del sur.

En 1840, se asentaron en el este de Botswana (región de Transvaal) los colonos holandeses boers (conocidos también como afrikaaners), que huían de los ingleses establecidos en Ciudad del Cabo (Cape Town). Los boers (agricultores) disputaron las escasas tierras fértiles con los tswanas, provocando además conflictos entre éstos y los zulúes a los que los colonos expulsaron del sur de África. En 1895 tres reyes tribales Tswana fueron a Londres buscando apoyo contra los boers y contra la expansión alemana por el sudoeste africano.

Botswana se transformó desde allí en un protectorado británico, conocido como Bechuanaland. Los reyes debieron conceder, a cambio de protección, que la Compañía Británica de Sudáfrica (forma de privatización y expansión inglesa), construyera una vía férrea entre sus tierras y Zimbabwe (la actual Rhodesia). La tutela inglesa impidió la absorción política por parte de Sudáfrica, pero facilitó la dominación económica de los Boers.

La lucha independentista se confundió, en varios momentos, con un asunto matrimonial. Seretse Khama, uno de los herederos más influyentes de la etnia bamangwato, estudió derecho en Inglaterra y se casó con Ruth Williams, una oficinista europea. La boda escandalizó a los ingleses y a los afrikaaners, que impidieron a Seretse volver a su tierra natal. Seretse resistió las presiones, incluso ofertas de dinero de los ingleses y, con el apoyo masivo de su pueblo, mantuvo el liderazgo de la tribu más importante del país. No volvió hasta 1956. Nueve años después, en elecciones generales, su partido, el Partido Democrático de Botswana (BDP), obtuvo 80% de los votos.

Con la independencia, Seretse fue elegido primer presidente del país. En 1967, fue designado caballero del Imperio Británico. El BDP, llevó a cabo una política conciliadora en relación a los habitantes de origen europeo, que manejaban el 80% de la economía. Botswana formó parte de los países de la Línea del Frente que luchaban contra el apartheid (sistema de segregación racial que existió en  Sudáfrica) e integró la SADCC (Conferencia de Coordinación del África Meridional), que buscaba romper la dependencia económica de los nueve países negros del África austral con respecto a Sudáfrica.
Entre 1978 y 1988, Botswana se transformó en el tercer mayor productor de diamantes del mundo, después de Australia y la actual República Democrática del Congo (entonces, Zaire), y la economía del país creció a un ritmo récord de 12% al año. De todos modos, tres quintas partes de la población vivían de cultivos de subsistencia o actividades “no institucionalizadas”, es decir, fuera de las estadísticas, del control fiscal y del mercado comercial.

DATOS ACTUALES
El país tiene un área: 581.730 kilómetros cuadrados, con una población: 2 millones, según su Censo del 2011.
La capital: Gaborone, con población 233.135. Entre los grupos étnicos predominan los bantú africanos, cerca de un 90% de los cuales son tswana), pequeñas comunidades san y minorías blancas
Idiomas: inglés y setswana. Predican el cristianismo otras creencias indígenas, y una pequeña población musulmana.
Moneda: Pula. 11.39-£ 1 (desde marzo de 2012)

La Constitución prevé el nombramiento del Presidente por el Parlamento de entre sus miembros, en lugar de la elección por voto popular. Este es un tema de controversia, sobre todo porque hay murió de cáncer en 1980 y fue reemplazado por Ketumile Masire, quien renunció en favor de Festus Mogae en 1998. Mogae, a su vez renunció en marzo de 2008 y el hijo Seretse Khama, el Teniente General (retirado) Seretse Khama Ian Khama fue Presidente.
Gobiernos BDP han sido notablemente tecnocrático - tanto Masire y Mogae eran ministros de Finanzas, y el último fue un economista profesional - que ha contribuido a unas políticas fiscales.
cuatro asientos parlamentarios "en el don del partido de la mayoría parlamentaria. También hay Ntlo ya Dikgosi (Cámara de los Jefes, un gran asesor de 35 miembros del cuerpo con ocho officio ex-miembros que consisten de los jefes de las tribus principales y cuatro cooptado y 23 miembros no permanentes, elegidos por las regiones y servir períodos de cinco años).
Como ya señalé, el primer presidente de la república fue Seretse Khama quien murió a causa de un cáncer en 1980 y fue reemplazado por Ketumile Masire, quien renunció en favor de Festus Mogae en 1998. Mogae, a su vez renunció en marzo de 2008 y el hijo Seretse Khama, el Teniente General (retirado) Seretse Khama Ian Khama fue Presidente. Gobiernos BDP han sido notablemente tecnocrático - tanto Masire y Mogae eran ministros de Finanzas, y el último fue un economista profesional - que ha contribuido a unas políticas fiscales.   

El autor de este artículo, es el titular de este Blogeer y ha elaborado la reseña con apoyo de la pagina del British Foreign & Commonwealth Office

jueves, 27 de septiembre de 2012



La ciencia en nuestras manos

El siglo XX marcó para la historia de la humanidad, la cúspide del conocimiento científico y tecnológico. En los últimos 50 años de esta centuria, el avance de esos conocimientos -tanto cualitativo como cuantitativo-, ha sido tan arrolladores que los descubrimientos y la inventiva supera con creces los logros obtenidos por el hombre en los más de dos milenios de la Era Cristiana.
La ciencia y la tecnología están presentes y nos acompañan en todos y cada uno de nuestros actos. Sin embargo el privilegio de saber lo que encierra la disciplina científica pertenece a una élite, a unos superdotados llamados investigadores, quienes conscientes del rol que deben cumplir en la sociedad han abierto las puertas de su "cúpula de cristal" que contiene ese caudal de conocimientos a la colectividad para revelar lo que está ocurriendo.
Pero aquí la gran interrogante: como llevar al gran público, en un lenguaje comprensible y ameno, desprovisto del ropaje cientificista con que hablan los investigadores, los nuevos adelantos obtenidos en los campos de la salud, del medio ambiente, de la electrónica, de la química, de la biología, de la física, de la informática, entre otros.
El investigador como hombre de ciencia tiene el conocimiento, el periodista como pilar fundamental de la comunicación maneja un lenguaje accesible al público que no entiende el léxico de los investigadores.
El comunicador social dedicado a la divulgación del conocimiento científico debe descodificar el lenguaje del investigador y para ello debe poseer una sólida formación en el campo de la comunicación y de la ciencia.
Su misión final es colocar "la ciencia en lengua diaria" como lo definió una vez el apóstol de la libertad cubana José Martí.

Explicación de una crisis económica

Hace algunos días se solicitó a un prestigioso asesor financiero que explicara de una forma sencilla la crisis que estamos viviendo, para que la gente de a pie entendiese sus causas y consecuencias.
Este  fue su relato:
*Un hombre se presentó en una aldea en la que nunca había estado antes y ofreció a sus habitantes 100 euros por cada burro que le vendieran. Buena parte de la población le vendió sus animales.
*Al día siguiente volvió y ofreció mejor precio: 150 por cada burrito.
Otra buena parte de la población vendió los suyos.
*Volvió un día después y ofreció 300 euros. 
El resto de la gente vendió los últimos burros.
*Al ver que no había más animales disponibles, el hombre ofreció 500 euros por cada burrito, dando a entender que los compraría a la semana siguiente, y se marchó.
*Al día siguiente mandó a la aldea a su ayudante con los burros que había comprado, para que los ofreciera a 400 euros cada uno.
*Ante la posible ganancia a la semana siguiente, todos los aldeanos compraron los burros a 400 euros. El que no tenía dinero lo pidió prestado. De hecho, compraron todos los burros de la comarca.
*Como era de esperar, el ayudante desapareció, igual que su jefe, y nunca más se supo nada de ellos.
Resultado: la aldea quedó llena de burros y de endeudados.

Hasta aquí lo que contó el asesor.
Veamos lo que ocurrió después:

*Los que habían pedido dinero prestado, al no vender los burros, no pudieron pagar los préstamos.

*Los que habían prestado dinero se quejaron al ayuntamiento diciendo que si no cobraban, se arruinarían, y entonces no podrían seguir prestando… y se arruinaría también todo el pueblo.
*Para que los prestamistas no se arruinaran, el alcalde, en vez de dar dinero a la gente del pueblo para pagar las deudas, se lo dio a los propios prestamistas. Pero estos, ya cobrada una gran parte del dinero, no perdonaron las deudas a los del pueblo, que siguieron igual de endeudados.

*El alcalde dilapidó así el presupuesto del ayuntamiento, que quedó también endeudado. Entonces pidió dinero a otros ayuntamientos, pero éstos se negaron a ayudarle porque, como estaba en la ruina, no podría devolver lo que le prestasen.

El nuevo resultado 
*Los prestamistas, con sus ganancias resueltas y un montón de deudores a los que seguir cobrando lo que les prestaron más los intereses, e incluso adueñándose de los ya devaluados burros con los que nunca llegarían a cubrir toda la deuda.

*Mucha gente arruinada y sin burro para toda la vida.
*El ayuntamiento igualmente arruinado.

*El resultado ¿final?:

Para solucionar esta preocupante situación y salvar a todo el pueblo,
el ayuntamiento… BAJO EL SUELDO A TODOS LOS FUNCIONARIOS

Fin. Por ahora….

Cualquier perecido con la crisis bancaria en Venezuela, bajo la segunda presidencia de Rafael Caldera es mera coincidencia


Curiosidades de la ciencia

Un corazón humano late 100.000 veces al día, a lo largo de su vida, un humano bombea tanta sangre como para llenar 100 piscinas. Cada corazón bombea en cada latido 1/15 de pinta (0,43 
litros de sangre

Dr. Humberto Fernández Moran

Humberto Fernández Moran:
un legado científico invalorable

* Maracaibo, 1924  – + Estocolmo 1999
Autor: Jairo Pardey Arrieta

El primer cerebro fugado del país
Aún cuando los demócratas de la época le cobraron con creces su breve pasantía por el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, enviándole al exilio, mantuvo un aferrado amor por Venezuela, a tal extremo que prefirió no ser nominado para el Premio Nobel ante la exigencia de cambiar su nacionalidad.

Alguna vez dijo a un amigo: “... continuaré desafiando el destino y buscando lo que me pertenece, que es mi patria”.


Referirse a la vida y creación científica del doctor Humberto A. Fernández-Morán Villalobos, es una misión nada sencilla, sobre todo cuando hay que sintetizar el dilatado conocimiento y la extensa obra de este compatriota, lamentablemente desaparecido, en el pináculo de su fecunda actividad, a quien se le considerada el primer venezolano y latinoamericano de proyección universal de la Era Atómica.

Sin embargo, se me hace emocionante, narrar la fecunda obra de este genio creador, cuyo aporte a la humanidad es sólo comparable, -tanto por nacionales y foráneos-, con lumbreras de la talla Tomás Alva Edinson, Marìe Curiè, Edward Salk y Tomás Fleming.


Fernández Moran y la ciencia en el tiempo
Hace cuatro millones de años, antes de la Era cristiana, el primer avance humano fue de carácter biológico y consistió precisamente en alcanzar la condición humana. Aparecen en la superficie terrestre dos seres iguales, pero muy bien diferenciados siglos después se determinó que : Uno era homínodo (humano), y el otro póngido ( mono).

En el año 280 aJC, el Museo de Alejandría fue escenario de una importante y temprana labor científica, en el campo de lo que mas tarde se conocería como neurología. Herófilo y su alumno Erasistrato, establecieron que el en Ser Humano hay una inteligencia superior, al observar que las circunvoluciones del cerebro humano fueran mas numerosas que la de otros animales.

Y en el año 1935, el ingeniero eléctrico alemán Ernest Friederich Ruska, construyó el primer microscopio electrónico que visualizara mas tarde la imagen de los átomos individuales, dando origen con su invención a la Era de la microscopía electrónica, invento este que le valió en 1986 un tardío y compartido premio Nóbel de física.

Estos tres hechos trascendentes en la historia de las ciencias, como otros tantos de centenas de miles que han ocurrido, se conjugaron en la vida científica de Humberto Fernández, el mas grande científico en Venezuela de todos los tiempos, quien no sólo incursionó con sobrados éxitos el mundo de la biología celular, la neurología, la física y la biofísica, sino que además se le consideró un intelectual por el dominio de catorce idiomas entre ellos el ingles, francés, portugués, español, latín, griego, noruego, italiano, alemán moderno y alemán medieval, húngaro, sueco, sánscrito, Japonés y mandarín, amén de haber alcanzado los mas grandes lauros a nivel mundial en el campo científico, que latinoamericano alguno haya logrado.

Las tres disciplinas científicas antes señaladas, marcaron la vida de nuestro biografiado.


Su primer exilio
Vino al mundo Humberto Fernández Morán, en Maracaibo un 18 de febrero de 1924, en el hospital Chiquinquirá (al lado de la Basílica del mismo nombre), de la unión de Luis Fernández Morán y Elena Villalobos, y años después, para marcar su identidad marabina decía que nació, en el hospitalito "…cerca del Puente España y mi familia viene de un pueblo humilde llamado La Cañada".

En 1929, por desavenencias con la dictadura de Juan Vicente Gómez, la familia Fernández Morán se trasladaría a los Estados Unidos. En Nueva York, el niño Humberto haría sus estudios de primaria en la Wiitt Junior High School hasta el año 1936, cuando regresarían a Maracaibo, después del fallecimiento de Gómez en diciembre del año 1935.

De vuelta al país, después de la muerte del dictador, Fernández Morán continuó sus estudios de bachillerato en el Colegio Alemán de Maracaibo. Parte de su infancia transcurrió entre su ciudad natal, Curazao y Nueva York.


Como adolescente deja ver su ingenio
Con apenas 12 años de edad y siendo aún estudiante de secundaria, -narra el doctor Jorge García Tamayo, uno de sus biógrafos-, ya Fernández Morán deja ver su intelecto “Recuerdo haber escuchado a mi padre, Jesús García Nebot, un sinfín de veces, relatarnos una anécdota vivida el año 1936, en los tiempos cuando (...) Humberto, estudiaba en el Colegio (...) Mi padre nos explicaba en detalle, como le habían dado al muchacho los planos - en alemán - de una máquina que estaba paralizada en una cervecería de Maracaibo, para ver si él podía entenderlos, y nos contaba que al día siguiente, el muchachito había puesto a funcionar la maquinaria”.

El año 1937, aún sin concluir la secundaria, Fernández Morán fue enviado, a estudiar en Alemania, en un Liceo monástico-militar, llamado Instituto Schulgemeinde de Sallfield, ubicado en el poblado de Saldfelds enclavado en las montañas de Turingia. Allí era difícil la adaptación, pero el joven relatará como su padre con quien mantenía una intensa correspondencia, le daba ánimos para soportar la soledad y la lejanía de su familia.

Con el tiempo su espíritu se fue templando como el acero. Era un decidido deportista, campeón de boxeo y tan estudioso, que se graduó de bachiller en 1939, a la edad de 15 años, ingresa a la Universidad de Munich para estudiar medicina. Ese mismo año comenzó la segunda guerra mundial y, para todos, la situación se tornó muy difícil en Alemania. Los estudiantes de medicina tenían que adaptarse a las condiciones de un país en guerra; a la vez, el mundo no lo sabía, pero existía entre los investigadores en diversos países una carrera para desarrollar la energía atómica con fines no totalmente pacíficos.

En Berlín, Heisemberg dirigía el Instituto Kaiser Wilhelm e intentaba fisionar los átomos y, en los Estados Unidos, Enrico Fermi, premio Nóbel de Física del año 1938, había descubierto que bombardeando átomos de Uranio con neutrones libres se podía obtener Plutonio y se gestaba, en diversos laboratorios, el llamado "Proyecto Manhattan", que desembocaría en la creación de la bomba atómica.

El año 1944, en la Escuela de Medicina de la Universidad de Munich, a la edad de 20 años, a la espera de un ataque aéreo y de manos de un rector "austero y enlutado", Humberto Fernández Morán recibía el título de doctor en medicina, mención Summa Cum Laude. Un año después, en 1945, finalizaba la guerra en Europa y el joven regresaba a su tierra, El 4 de julio de ese mismo año revalida en la Universidad Central de Venezuela, su título de médico con la mención Summa Cum. Nunca olvidó sus orígenes. Como buen hijo de El Saladillo honró en todo momento y circunstancia su raíz maracucha. Su tarjeta de presentación listada como dirección postal el número 362 de Maracaibo.


Su actividad creadora
Se traslada a Maracaibo y trabaja en el hospital Psiquiátrico donde hacía leucotomías e inyecciones en los lóbulos prefrontales por vía transorbitaria en 25 pacientes. Al finalizar ese año, fascinado por la patología del sistema nervioso, se va a los Estados Unidos y entra como interno del hospital de la Universidad “George Washington” para estudiar neurología y neuropatología bajo la dirección del profesor Walter Freeman.

Posteriormente, visita al profesor Manne Siegbann, premio Nóbel de física 1924, quien lo invitó a trabajar en su laboratorio de microscopía electrónica del Instituto Nobel de Física que dirigía. Allí se formó entonces como microscopista electrónico, y concibió la crio-ultramicrotomía 1 y la cuchilla de diamante para ultramicrotomía 2, con la que logró más de una docena de patentes

El doctor Raúl Padrón, jefe de Biología Estructural del IVIC, explicó que el sabio Fernández-Morán consiguió una cuchilla capaz de hacer unos cortes tan microscópicos, que escapan a los cálculos de cualquier mortal que mida las cosas en milímetros. Valga una minúscula referencia: es capaz de cortar un glóbulo rojo en 160 secciones y el filo de diamante es apenas de 26 a 65 átomos. Aparte de ser utilizada para cortes de tejidos biológicos, la cuchilla ha tenido usos inesperados. Así, se usó para diseccionar las muestras lunares que trajeron los astronautas, ya que Fernández-Morán también trabajó en el programa espacial Apolo de la NASA.

La relevancia del invento no permite divisiones. “Si no se hubiese inventado la cuchilla de diamante, muchos avances de la microscopía electrónica no existirían”, recuerda Padrón. Gracias a ese invento, este venezolano injustamente obviado por la historia local, mereció un lugar entre los grandes nombres de la ciencia cuando ganó el Premio John Scott: un galardón que había sido otorgado a Marie Curie por el descubrimiento del Radio, a Thomas Edison por la lámpara incandescente y a Alexander Fleming por el descubrimiento de la penicilina,

Este bisturí fue empleado igualmente en la producción de lentes ópticos de alta precisión y como escalpelo en microcirugía.

A mediados de 1946, decide ir a la Universidad de Princeton, donde estaba Albert Einstein. Será el famoso científico quien le recomendará al joven venezolano de 22 años, que estudie en Suecia. Así, desde 1946, nuestro laureado compatriota estaría en el Instituto Karolinska trabajando con el profesor Tobjorn Caspersson y en el hospital Serafirmerlasseratet con el profesor Heberto Olivercrona. En este centro asistencial, a raíz del efecto que le causó las muertes productos de tumores malignos, decide enfocar sus investigaciones hacia la organización de las células tumorales. Allí pronto obtiene la licenciatura en Biofísica y una maestría en Biología Celular y Genética, para graduarse de PhD en Biofísica de la Universidad de Estocolmo en 1951, cuando ya era profesor Asociado del Instituto Karolinska.

Suecia no sólo le deparó la academia, sino un feliz hogar. Contrajo nupcias con Anna Browallius, quien le sobrevive, de cuyo matrimonio nacieron Brigida, matemático y Verónica, biólogo.

En septiembre del año 1950, Humberto Fernández-Morán lanza una invitación a la modernización del aparato científico nacional, mediante una propuesta de creación al Gobierno Nacional de un Instituto de Investigaciones del Cerebro. Su propuesta iba más allá de traer una nueva línea de investigación a los espacios universitarios. Conllevaba elevar al rango de asunto de Estado a la ciencia y la tecnología. Requería de la profesionalización y de la institucionalización de la actividad de investigación y desarrollo.

Este genio venezolano, no sólo fue investigador, sino un brillante académico. El 27 de mayo de 1953 se incorporó como Individuo de Número de la Academia de Ciencias Físicas, Naturales y Matemáticas, ocupando el Sillón XXVI que precediera el académico fundador Siro Vásquez. Su discurso de fue respondido por otro brillante académico venezolano, el doctor Marcel Granier Doyeux.

Mientras el gobierno en Venezuela estudia la propuesta de crear un centro de investigación, el Rey Gustavo Adolfo de Suecia, lo condecora con la Orden “Caballero de la Estrella Polar”, uno de los lauros más importantes del país nórdico, en reconocimiento a su labor científica.

En el año 1954, Fernández-Morán decide retornar definitivamente a Caracas después de haber logrado persuadir al gobierno dictatorial de Pérez Jiménez de las bondades modernizadoras de su propuesta, y así, el 29 de abril el Gobierno Nacional decreta la construcción del Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC), (hoy IVIC), dándole por asiento el tope de una montaña llamado Altos de Pipe.,

Una vez designado director de este instituto, estableció allí el primer reactor atómico de América Latina, la primera Biblioteca Científica de Latinoamérica y el primer centro científico tecnológico del continente, lo cual coloca a Venezuela en el panorama científico mundial. Logró reunir una comunidad científica interdisciplinaria que, atendiendo problemas de orden nacional y regional, desarrolló programas de formación académica para investigadores. A diez días escasos del derrocamiento del gobierno de Pérez Jiménez, es designado ministro de Educación en 1957. Caída la dictadura el 23 de enero de 1958, los planes de Fernández-Morán se vinieron abajo. Los acontecimientos políticos lo sobrepasaron y ante el rechazo de la comunidad científica, no le quedó otro camino que, emigrar a los Estados Unidos, convirtiéndose así, en nuestro primer cerebro fugado.

En Norteamérica comienza a trabajar en el Massachusetts General Hospital de Boston y colaborar con el reconocido Instituto de Tecnología de Masschussets (MIT). En 1962, asumió el cargo de profesor de Biofísica en la Universidad de Chicago sin dejar de lado sus trabajos en el concepto de crio-microscopía electrónica, el uso de lentes superconductoras y el crio-ultramicrotomo. Allí concibió y desarrolló el Ultramicroscopio Electrónico de Alta Resolución, un aporte realmente trascendental para la ciencia. En esa universidad recibió la alta distinción de profesor vitalicio. Fue igualmente investigador principal del Proyecto Apolo de la NASA y profesor de reconocidas universidades como Harvard y George Washington.

Los grandes inventos de Fernández-Morán que abrieron un nuevo camino a la ciencia: la subminuaturización, la penetración de la visión humana a nivel de moléculas, de los átomos y de los más reducidos cuerpos vitales del tejido humano, le valieron para que el gobierno de Estados Unidos, donde desarrolló gran parte de ellos, lo postulara al premio Nóbel , sin embargo este venezolano que al parecer su destino era permanecer en el extranjero y su talento era despreciado en su tierra natal, no aceptó la nominación por cuanto uno de los requisitos que exigía el país del norte, era que renunciara a su nacionalidad venezolana y adquiriera la ciudadanía norteamericana.

Durante su carrera, fue galardonado en diversas ocasiones: Orden y Título de Caballero de la Estrella Polar conferida por el Rey de Suecia, medalla Claude Bernard de la Universidad; de Montreal; medalla John Scott por su bisturí de diamante, profesor Honoris Causa de la Universidad de Milton, profesor vitalicio de la Universidad de Chicago, premio Médico del Año en Cambridge y reconocimiento Especial otorgado por la NASA con motivo del décimo aniversario del Programa Apolo.

En Venezuela le fue conferido los siguientes lauros: Orden del Libertador; Orden Francisco de Miranda en Banda de Honor, Orden “Dr. Enrique Tejera, Medalla de Honor del IVIC, profesor Honorario de la Universidad del Zulia, Individuo de Número de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales. El Departamento de Biología Estructural del IVIC, el auditórium principal de ese centro de investigación, y la biblioteca de la Corporación de Desarrollo de la Región Zuliana llevan su nombre.

En 1985 viajó a Estocolmo, donde residió hasta su muerte, acaecida el 16 de marzo de 1999. Afortunadamente, sus contribuciones aún siguen siendo la base de numerosos estudios en medicina, biofísica, bioquímica, cito biología, criobiología, endocrinología, física de bajas temperaturas, genética, neurofisiología, ultra estructuracelular y virología.


Conocí al doctor Humberto Fernández-Morán Villalobos un 17 de enero de 1974, cuando me tocó en mi condición de redactor científico del diario “El Nacional” entrevistarlo. La ocasión se dio en el Palacio de las Academias donde le acompañaba el premio Nobel de física (1975), el norteamericano Chen Ning Yan, pionero en la investigación de las partículas elementales atómicas, y a quien le correspondía dictar en ese estrado una conferencia.

Yo, dedicado toda mi vida más bien a la divulgación de la biomedicina, me encontré ante un tema que no dominaba; como es la física, sin embargo la sencillez y la didáctica con que el doctor Fernández-Morán me introdujo en el tema, hizo sentirme como un antiguo conocedor de esta disciplina, campo que él dominó entre otras disciplinas del saber.

Comprendí que estaba en ese momento ante la presencia de un sabio revestido de una gran modestia y humildad. Así nació una amistad que se cultivó por varios años a través de sus viajes que hacía a Venezuela su “amada patria”, y en cada uno de ellos me contactaba telefónicamente para ir a visitarlo en la que fue se casa en Caracas: El Circulo Militar.

En las reuniones no sólo me informaba sobre sus inventos y descubrimientos científicos, sino que me requería habláramos sobre el quehacer nacional.

Lo recuerdo sobriamente vestido de negro. Siempre con ansias de volver a la patria para siempre. En vida su sueño no se cumplió, pero sus cenizas reposan en Maracaibo, luego de su deceso en Estocolmo el 16 de marzo de 1999.


Bibliografía: Apuntes de, Castejón, Oliver C.; Cordero, Jesús; De Bellard Pietri, Eugenio; García Tamayo, Jorge; Padrón, Raúl; Requena, Jaime y vivencias propias con el biografiado.l


La jubilación esta
destruyendo muchos cerebros

Dra. Rita Levi-Montalcini


La advertencia la hizo la centenaria neurocientífica Rita Levi-Montalcini, Premio Nobel de Medicina, quien nació en 1909 y aún se mantiene aún activa.


Aún cuando la entrevista se realizó hace unos cinco años, la transcribimos a continuación por tener su contenido plena vigencia

Rita Levi-Montalcini nació en Turín, Italia en 1909 y obtuvo la licenciatura en Medicina doctorándose en Neurocirugía. Al término de la Segunda Guerra Mundial emigró a Estados Unidos donde trabajó en el laboratorio Viktor Hamburger del Instituto de Zoología de la Universidad de Washington (en Saint Louis).
Sus trabajos, conjuntos con Stanley Cohen, sirvieron para descubrir que las células sólo comienzan a reproducirse cuando reciben la orden de hacerlo, orden que es trasmitida por unas sustancias llamadas factores de crecimiento.
Obtuvo el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en el año 1986 que compartió con Cohen.
En la actualidad se desempeña como senadora vitalicia, designada por el presidente italiano Carlo Azeglio Ciampi.


- ¿Cómo celebrará sus 100 años?
- Ah, no sé si viviré, y además no me placen las celebraciones. ¡Lo que me interesa y me da placer es lo que hago cada día!
- ¿Y qué hace?
- Trabajo para becar a niñas africanas para que estudien y prosperen ellas y sus países. Y sigo investigando, sigo pensando...
- ¿No se jubila?
- ¡Jamás! ¡La jubilación está destruyendo cerebros! Mucha gente se jubila, y se abandona... Y eso mata su cerebro. Y enferma.
- ¿Y cómo anda su cerebro?
- ¡Igual que a mis 20 años! No noto diferencia en ilusiones ni en capacidad. Mañana vuelo a un congreso médico...
- Pero algún límite genético habrá...
- No. Mi cerebro pronto tendrá un siglo..., pero no conoce la senilidad. El cuerpo se me arruga, es inevitable, ¡pero no el cerebro!
- ¿Cómo lo hace?
- Gozamos de gran plasticidad neuronal: aunque mueran neuronas, las restantes se reorganizan para mantener las mismas funciones, ¡pero para ello conviene estimularlas!
- Ayúdeme a hacerlo.
- Mantén tu cerebro ilusionado, activo, hazlo funcionar, y nunca se degenerará.
- ¿Y viviré más años?
- Vivirá mejor los años que viva, que eso es lo interesante. La clave es mantener curiosidades, empeños, tener pasiones...
- La suya fue la investigación científica...
- Sí, y sigue siéndolo.
- Descubrió cómo crecen y se renuevan las células del sistema nervioso...
- Sí, en 1942: lo llamé nerve growth factor (NGF, factor de crecimiento nervio so), y durante casi medio siglo estuvo en entredicho, ¡hasta que se reconoció su validez y en 1986 me dieron por ello el premio Nobel!
- ¿Cómo fue que una chica italiana de los años veinte se convirtió en neurocientífica?
- Desde niña tuve el empeño de estudiar. Mi padre quería casarme bien, que fuese buena esposa, buena madre... Y yo me negué. Me planté y le confesé que quería estudiar...
- Qué disgusto para papá, ¿no?
- Sí. Pero es que yo no tenía una infancia feliz: me sentía patito feo, tonta y poca cosa... Mis hermanos mayores eran muy brillantes, y yo me sentía tan inferior...
- Veo que convirtió eso en un estímulo...
- Me estimuló también el ejemplo del médico Albert Schweitzer, que estaba en África para paliar la lepra. Deseé ayudar a los que sufren, ¡ése era mi gran sueño...!
- Y lo ha hecho..., con su ciencia.
- Y, hoy, ayudando a niñas de África para que estudien. Luchemos contra la enfermedad, sí, ¡pero todo mejorará si acaba la opresión de la mujer en esos países islamistas...!
- La religión ¿frena el desarrollo cognitivo? (del conocimiento)
- Si la religión margina a la mujer frente al hombre, la aparta del desarrollo cognitivo.
- ¿Existen diferencias entre el cerebro del hombre y el de la mujer?
- Sólo en las funciones cerebrales relacionadas con las emociones, vinculadas al sistema endocrino. Pero en cuanto a las funciones cognitivas, no hay diferencia alguna.
- ¿Por qué todavía hay pocas científicas?
- ¡No es así! ¡Muchos hallazgos científicos atribuidos a hombres los hicieron en verdad sus hermanas, esposas e hijas!
- ¿De veras?
- No se admitía la inteligencia femenina, y la dejaban en la sombra. Hoy, felizmente, hay más mujeres que hombres en la investigación científica: ¡las herederas de Hipatia!
- La sabia alejandrina del siglo IV...
- Ya no acabaremos asesinadas en la calle por monjes cristianos misóginos, como ella. Desde luego, el mundo ha mejorado algo...
- Nadie ha intentado asesinarla a usted...
- Durante el fascismo, Mussolini quiso imitar a Hitler en la persecución de judíos..., y tuve que ocultarme por un tiempo. Pero no dejé de investigar: monté mi laboratorio en mi dormitorio... ¡y descubrí la apoptosis, que es la muerte programada de las células!
- ¿Por qué hay tan alto porcentaje de judíos entre científicos e intelectuales?
- La exclusión fomentó entre los judíos los trabajos intelectivos: pueden prohibírtelo todo, ¡pero no que pienses! Y es cierto que hay muchos judíos entre los premios Nobel...
- ¿Cómo se explica usted la locura nazi?
- Hitler y Mussolini supieron hablar a las masas, en las que siempre predomina el cerebro emocional sobre el neocortical, el intelectual. ¡Manejaron emociones, no razones!
- ¿Sucede eso ahora?
- ¿Por qué cree que en muchas escuelas de Estados Unidos se enseña el creacionismo en vez del evolucionismo?
- ¿La ideología es emoción, es sinrazón?
- La razón es hija de la imperfección. En los invertebrados todo está programado: son perfectos. ¡Nosotros, no! Y al ser imperfectos, hemos recurrido a la razón, a los valores éticos: ¡discernir entre el bien y el mal es el más alto grado de la evolución darwiniana!
- ¿Nunca se ha casado, no ha tenido hijos?
- No. Entré en la jungla del sistema nervioso ¡y quedé tan fascinada por su belleza que decidí dedicarle todo mi tiempo, mi vida!
- ¿Lograremos un día curar el Alzheimer, el Parkinson, la demencia senil...?
- Curar... Lo que lograremos será frenar, retrasar, minimizar todas esas enfermedades
- ¿Cuál es hoy su gran sueño?
- Que un día logremos utilizar al máximo la capacidad cognitiva de nuestros cerebros.
- ¿Cuándo dejó de sentirse patito feo?
- ¡Aún sigo consciente de mis limitaciones!
- ¿Qué ha sido lo mejor de su vida?
- Ayudar a los demás.
- ¿Qué haría hoy si tuviese 20 años?
- ¡Pero si estoy haciéndolo!

Fuente: Lamentablemente el texto original de la entrevista no revela el nombre de la o el periodista que hizo.