martes, 1 de agosto de 2017

¿Dormir mal puede aumentar
las probabilidades de Alzheimer?

Unos estudios encontraron que la apnea se vinculaba con unos niveles más altos de las placas y las proteínas características en el cerebro.

Los problemas de respiración durante el sueño podrían señalar un riesgo más alto de enfermedad de Alzheimer, sugieren tres estudios.
Los investigadores añadieron que tratar afecciones como la apnea del sueño y la hipopnea (una respiración superficial) podría reducir el riego de demencia, o al menos hacer que su avance sea más lento.
"Lo emocionante de estos tres estudios es que observan cambios biológicos en el cerebro que podrían subyacer a una relación entre los problemas del sueño y la enfermedad de Alzheimer", comentó Keith Fargo, director de programas científicos y alcance de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association).
Los doctores Amnda Shim, Megan Hogan y Keith Fargo del Colegio Wheaton en Illinois, EE. UU.
Pero Fargo advirtió que estos estudios solo muestran una asociación entre los problemas para dormir y la enfermedad de Alzheimer, no un vínculo causal.
Pero es posible que el desarrollo de la placa amiloidea que es característica del Alzheimer esté provocando los problemas del sueño, anotó.
Las personas con apnea del sueño deben buscar tratamiento, dijo Fargo, porque "aunque no tenga enfermedad de Alzheimer y nunca la desarrolle, la apnea del sueño en sí puede provocar problemas cognitivos (del pensamiento), que pueden mejorar con el tratamiento".
Los tres estudios, realizados por investigadores del Colegio Wheaton en Illinois y sus colaboradores, usaron datos de la Iniciativa de neuroimágenes de la enfermedad de Alzheimer. Los hallazgos fueron presentados en una conferencia de la Asociación del Alzheimer, en Londres. Las investigaciones presentadas en reuniones se deben considerar preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.
La apnea del sueño afecta a tres de cada 10 hombres y a una de cada cinco mujeres; ocurre cuando las vías respiratorias superiores se cierran parcial o completamente, provocando pausas en la respiración durante el sueño, explicaron los investigadores.
En el estudio, la apnea del sueño se asoció con un mayor desarrollo de las placas de beta amiloidea en el cerebro.
Según los investigadores, los problemas del sueño aceleran el desarrollo de la placa amiloidea tanto en personas sin demencia como en las que ya sufren de demencia.
En concreto, los investigadores encontraron que la apnea del sueño se vinculaba con unos mayores depósitos de beta amiloidea en el cerebro y con reducciones de la beta amiloidea en el líquido cefalorraquídeo. También observaron unos niveles más altos de la proteína tau, otra característica del Alzheimer.
En un estudio dirigido por Amanda Shim, del Wheaton, los investigadores observaron las acumulaciones de placa amiloidea en los cerebros de más de 500 personas que no tenían demencia.
Los hallazgos mostraron que las personas con problemas del sueño tenían una mayor acumulación de esta placa que las que no presentan dificultades para dormir.
Además, el equipo de Shim no encontró ninguna conexión entre la placa y los que portaban el gen APOE-e4, un factor de riesgo genético del Alzheimer.
Esto sugiere que la apnea del sueño podría asociarse de forma independiente con las placas en el cerebro, dijo Shim.
En un segundo estudio, Megan Hogan y sus colaboradores realizaron un análisis similar, que observó los efectos de los problemas del sueño en casi 800 personas que tenían señales tempranas de problemas con la memoria y el pensamiento, lo que se conoce como deterioro cognitivo leve.
El equipo de Hogan también encontró que los niveles de beta amiloidea eran más altos en los que tenían problemas del sueño que en los que no.
Aunque el deterioro cognitivo leve no necesariamente conduce a la demencia, las personas con esas dificultades tienen un riesgo de desarrollar Alzheimer u otros tipos de demencia, anotó Hogan.
"Estos hallazgos indican que la apnea del sueño podría estar facilitando del deterioro cognitivo", apuntó.
"Evaluar y recetar un tratamiento para la apnea del sueño debe ser una alta prioridad, sobre todo en los individuos con un deterioro cognitivo leve. Al tratar la apnea del sueño, las personas quizá puedan mantener una mayor salud cognitiva durante más tiempo", sugirió Hogan.
En un informe final, el Dr. Omonigho Michael Bubu, profesor de ciencias aplicadas de la salud en el Colegio Wheaton, estudió los dos grupos del primer y del segundo estudio, y también a más de 300 personas con Alzheimer.
Bubu encontró una asociación entre la apnea del sueño y los niveles de beta amiloidea en los pacientes con deterioro cognitivo leve y los que tenían Alzheimer.
Además, la placa se desarrolló con mayor rapidez en los pacientes con problemas del sueño independientemente de que tuvieran una función mental normal o un deterioro cognitivo leve.
La beta amiloidea también se redujo en el líquido cefalorraquídeo y aumentó en el cerebro con mayor rapidez, y la tau también aumentó entre los que tenían problemas del sueño independientemente de que presentaran una función mental normal o un deterioro cognitivo leve, añadió Bubu.
Los problemas del sueño, que hacen que el cerebro no reciba suficiente oxígeno, podrían ser el motivo del aumento en el desarrollo de las placas, planteó.
"Dado que existen medidas efectivas de tratamiento para los problemas del sueño, y para la apnea del sueño en particular, una forma de potencialmente prevenir la enfermedad de Alzheimer y/o su progresión es tratar la apnea del sueño con efectividad", enfatizó Bubu.


FUENTES: Medline Plus, Megan Hogan, Wheaton College, Wheaton, Ill.; Omonigho Michael Bubu, M.D., M.P.H., instructor, applied health science, Wheaton College, Wheaton, Ill.; Keith Fargo, Ph.D., director, scientific programs and outreach, Alzheimer's Association; July 18, 2017, presentations, Alzheimer's Association meeting, London, U.K. - Foto cortesía de: Washington Hispanic

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