Valores estadounidenses
George Washington
ocupa un lugar sagrado
en la psiquis de su pueblo
El pasado 22 de febrero se cumplieron 281 años del natalicio de George
Washington - el primer presidente estadounidense, comandante del Ejército
Continental, presidente de la Convención Constituyente, y plantador caballero.
Estos fueron los roles en los que Washington se ejemplifica carácter y
liderazgo, ganando el título de "Padre de la Patria" y un lugar
sagrado en la psique nacional de Estados Unidos.
El niño George, nació a orillas del a orillas del río Potomac, en la
finca de Bridge's Creek, en el antiguo condado de Westmoreland, en el actual
estado de Virginia. Pertenecía a una distinguida familia inglesa, oriunda de
Northamptonshire, que había llegado a América a mediados del siglo XVII y había
logrado amasar una considerable fortuna. Su padre, Augustine, dueño de inmensas
propiedades, era un hombre ambicioso que había estudiado en Inglaterra y que al
enviudar de su primera mujer, Jane Butler, quien le había dado cuatro hijos,
contrajo segundas nupcias con Mary Ball, de una respetable familia de Virginia,
que le dio otros seis vástagos, entre ellos George.
Poco se sabe de la infancia del futuro presidente, salvo que sus padres
lo destinaban a una existencia de colono y por ello no fue más allá de las
escuelas rurales de aquel tiempo.
Cuando tenía once años, murió su padre y pasó a la tutela de su
hermanastro mayor, Lawrence, un hombre de buen carácter que, en cierta forma,
fue su tutor. En su casa, George conoció un mundo más amplio y refinado, pues
Lawrence estaba casado con Anne Fairfax, una de las grandes herederas de la
región y acostumbraba codearse con la alta sociedad de Virginia.
Su vocación militar
Escuchando los relatos de su hermanastro, se despertó en él una
temprana vocación militar y a los catorce años quiso hacerse soldado, aunque
tuvo que desechar la idea ante la férrea oposición de su madre, quien se negó a
que siguiera la carrera de las armas.
A los veinte años ocurrió un cambio decisivo en su vida, que lo
convirtió en cabeza de familia. Una tuberculosis acabó con la vida de Lawrence
en 1752 y George heredó la plantación de Mount Vernon, una enorme finca con
8.000 acres y 18 esclavos. Así, pues, pasó a ser uno de los hombres más ricos
de Virginia.
Aun con inmensa fortuna, su vocación de soldado no había muerto, y
entre sus planes figuraba ser también un brillante militar.
El dominio de América del Norte para la época, era disputado por los ingleses y franceses. Washington se alistó en el ejército, y poco
después de la muerte de su hermanastro fue nombrado por el gobernador Robert
Dinwiddie comandante del distrito.
En 1756, declarada la guerra de los Siete Años, que para los colonos
ingleses en América suponía la lucha por su expansión frente al predominio
francés, Washington fue designado teniente coronel del regimiento de Virginia,
a las órdenes del general Fry. Al morir éste en combate, le sucedió como jefe
supremo de las fuerzas armadas del condado, pasando poco después a formar parte
del estado mayor del general Braddock, que dirigía las tropas regulares
enviadas por Inglaterra. El 9 de julio de 1755 se distinguió en la batalla de
Monongahela por su coraje y capacidad de decisión, si bien ésta acabó en un
desastre para los ingleses.
El constructor de la Unión
En plena guerra, en 1778, el Congreso había promulgado la Ley de
Confederación, primera tentativa para constituir un bloque homogéneo con los
trece estados de la Unión. Pero esta fórmula política dio escasos resultados,
pues la guerra y la posguerra exigían más un poder central fuerte que un
gobierno sin atribuciones. En la cumbre del prestigio y la fama, después de los
triunfos militares, Washington tuvo que hacer frente a los problemas de la
reconstrucción nacional..
Cuando uno de sus oficiales sugieren que George Washington convertirse
en rey, firmemente poner fin a todas las ideas nuevas de ese tipo. A pesar de
todo, Washington abogó por el control civil de los militares, por establecer
una Constitución y al final del conflicto, abandonó el poder, personalmente
renunciar a su comisión militar ante el Congreso.
Después de su carrera militar, Washington fue elegido para dirigir la
Asamblea Constituyente, que elaboró las
directrices para una nueva forma de gobierno - una república. Elegido el primer presidente del país, Washington tuvo que resolver
este nuevo tipo de paso de trabajo a paso, sabiendo que estaba sentando
precedentes para aquellos que lo siguen en el cargo.
La Carta de Derechos se convirtió en ley durante su primer mandato,
para garantizar la protección de los ciudadanos estadounidenses a un gobierno
federal más de gran alcance. En su segundo mandato, Washington tomó
personalmente al campo para sofocar la rebelión del whisky y demostrar que el
gobierno federal tenía el derecho de hacer y recaudar impuestos. Se sentó el
precedente de renunciar a la oficina después de dos períodos, lo que subraya el
hecho de que la presidencia no era una cita de toda la vida.
En la vida privada, liderada por ejemplo, tratando de hacer Mount
Vernon un nuevo modelo de agricultura basada en la ciencia, con el fin de
beneficiar a otros agricultores. Él experimentó con cultivos y fertilizantes y
continuamente busca las mejores innovaciones. Como hombre de negocios, tomó
ventaja de las oportunidades que ofrece su entorno, con el tiempo corriendo
pesca floreciente, un gristmill, y la mayor destilería del país.
Él era un padre sustituto para varias generaciones de jóvenes y sirvió
durante años en la sacristía de su iglesia. Entre los últimos actos de su vida,
Washington trató de influir en los demás, como lo hizo provisiones en su
voluntad de liberar a todos los esclavos que pertenecían a él.
Los dos últimos años de su vida, ya en la declinación de sus
facultades físicas, los dedicó a cuidar de su familia y sus propiedades, salvo
una breve interrupción en 1798, cuando se le nombró comandante en jefe del
ejército ante el peligro de una guerra con Francia. En el invierno siguiente,
Washington regresó a su casa agotado por una cabalgata de varias horas, por el
frío y la nieve. Una aguda laringitis lo llevó a la muerte el 14 de diciembre
de 1799.
Fuentes:
George Washington Mount Vernon y Biografías y Vidas
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